En El Ojo De La TormentaMuestra

Expectativas irreales y presiones autoimpuestas

Muchas veces nos encontramos que las expectativas de las personas hacia quienes están en el liderazgo cristiano, son excesivas y ocasionan ansiedad. Sean reales o imaginarias, ahogan la vitalidad del espíritu, y así lo que otros pueden llegar a pensar se convierte en una pesadilla ilustrada en el peor de los escenarios, alimentando el temor y la ansiedad.

Por una parte están las presiones externas para ser algo que no somos, y por otra, están las expectativas que nosotros mismos alimentamos, que nos imponemos, o una combinación sutil de ambas.

Debemos comenzar una campaña saludable para acomodar las expectativas dañinas en nuestras vidas y congregaciones; y hacerlo poco a poco.

El manejo de las expectativas (expectmanagement) es la habilidad que necesitamos para dar nueva forma a lo que la gente espera de nosotros como líderes cristianos e incluso a lo que nosotros mismos nos imponemos. Para esto, debemos redefinir lo que es el servicio, no a través de nociones personales (subjetivas) sino a través de las Escrituras (objetivas).

La pregunta que calma toda nuestra ansiedad y temor, es aquella referida a Dios. “¿Y qué es lo que espera Él de mí?”, y la respuesta la encontramos en Miqueas 6:8.

Para pensar: ¿Eres una persona autoexigente o perfeccionista? ¿Qué te afecta más, las expectativas de los demás sobre tu vida o las que tú mismo te impones? Haz una lista breve con las dos columnas y anótalas. ¿Qué sientes cuando ves que Dios espera de ti cosas tan simples como hacer justicia, amar la misericordia y humillarte ante Él?