JordánMuestra

Pasaje central: Juan 6: 63

“El espíritu es el que da vida; lo carnal no sirve para nada. Y las cosas que yo les he dicho son espíritu y vida”.

Vemos como una constante en los sermones de Jesús era remarcar la importancia de las cosas espirituales. Podemos ser del tipo de creyentes que viven por experiencias, conforme a lo que vemos, palpamos, sentimos, oímos o podemos ser del tipo de creyentes que buscamos las cosas del Espíritu: “Cosas que ojo no vió, ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre..” (Mt. 16:26). ¡Esas son las cosas que Dios tiene preparadas para ti!

De modo que, encontramos a dos tipos de oidores en esta lectura: los de la multitud y los doce de Jesús. Los de la multitud, creían en Jesús, en Sus milagros y en Sus señales, lo seguían a largas distancias con esfuerzo y con fe; pero con una fe en las cosas naturales, una fe basada en los cinco sentidos.

Por el otro lado, tenemos a los doce que, según el verso 68 y 69, habían entrado a la dimensión espiritual, rompiendo la barrera de una fe natural para creer en lo que no veían, ni sentían, ni palpaban, ni oían.

De nada servirá ser un oidor natural pues las Palabras de Jesús no son de este mundo. Claro que serviría de algo escucharlas en este modo, pero no podríamos sacar el mayor provecho de ellas. Para adueñarnos de todo lo que Dios ha preparado, debemos entrar en la atmósfera espiritual y sobrenatural de Su Presencia.

¿Qué tipo de persona eres? ¡Atrévete a ser de aquellos locos que buscan las cosas del Espíritu!