JordánMuestra

Pasaje central: Juan 11: 42

“Yo sé que siempre me escuchas, pero lo digo por el bien de esta gente que está aquí, para que crean que tú me has enviado".

Vemos un ambiente muy fúnebre en este pasaje. Uno de los amigos de Jesús había muerto y la familia del difunto le echaba la culpa a Jesús de su muerte. Había críticas, comentarios, lamentos, desesperación, incluso podemos ver como Jesús llora en este entorno tan denso. Sin embargo, la oración de Jesús fue muy diferente a lo esperado: Él comienza a dar gracias porque sabe que Sus oraciones siempre son escuchadas por Su Padre.

En un esta atmósfera poca inspiradora, nadie comenzaría una oración de acción de gracias; solo Aquel que tiene en claro Su papel como Hijo y que conoce lo suficientemente bien a Su Padre como para saber que Él tiene todo en control.

Tal vez tu ambiente familiar, económico o laboral se encuentra en condiciones críticas, tal vez huele a muerto; pero como hijos de Dios, podemos iniciar una conversación con el Cielo refiriéndonos a Aquel al cual Jesús le habló: a Su Padre.

Aquel que tiene la identidad de hijo, se siente escuchado por el Padre. Si bien es cierto que hay momentos de incertidumbre y pesadez, los hijos sabemos que aún ahí, nuestro Padre escucha nuestros clamores.

En el siguiente capítulo, vemos cómo todo fue usado para honra del Padre (Juan 12:17-18). ¡Dale gracias al Padre por lo que Él hará! ¡Dale gracias porque Él puede cambiar la muerte a vida!

No dejes que el enemigo trate de confundir tu identidad de hijo mandándote mensajes de que el Padre no escucha tus peticiones. No dejes que sentimientos de duda entren a tu corazón cuando la situación no cambia. Después de ese momento de conversación de gracias entre el Hijo y el Padre, el milagro surgió. Tu milagro te está esperando. ¿Cuál va a ser tu posición antes de recibirlo?