Vulnerabilidad en el LiderazgoMuestra

El impacto de la vulnerabilidad en el liderazgo

La pregunta es, ¿qué hacer con nuestra vulnerabilidad intrínseca? Ya la tenemos, el asunto es como la manejamos piel adentro y al interactuar con los demás. Además, cómo identificar las áreas de vulnerabilidad y aprender a gestionarlas en el contexto de nuestro liderazgo.

La vulnerabilidad para un líder implica exponerse y abrirse a sus colaboradores o seguidores, como consecuencia de ser auténtico. La vulnerabilidad es una expresión libre y plena que surge de un carácter fortalecido, de la búsqueda por vivir los valores bíblicos al máximo en la cotidianidad, y de la conciencia de que al abrirnos intencionalmente ante los demás somos propensos a darnos a conocer tal cual somos, a aprender del entorno, a ver el efecto de nuestra realidad en otros, y a forjar una mejor comprensión de nosotros mismos. Cuando soy vulnerable, crezco. Y crezco porque me atrevo a comprobar mi imperfecta realidad interna ante la crueldad del entorno, en búsqueda de igualar la esencia de quien soy con la interpretación que otros tienen de mí.

No se trata de ser vulnerables con fines de manipulación, sino de autenticidad. La vulnerabilidad tiene que ver más bien con humildad, autenticidad y, sobre todo, accesibilidad a la realidad imperfecta del líder. Si bien la vulnerabilidad es un gran mecanismo para conectarse con los demás, requiere despojarse de sí mismo. Ser capaz de poner en riesgo lo personal. Es por eso importante abrirse y mostrar vulnerabilidad en el momento, de la forma y en el entorno relacional correcto.

Amy C. Edmondson y Tomas Chamorro-Premuzic dicen: “Los líderes necesitan vulnerabilidad, no bravuconería”. Allí ellos destacan que los colaboradores se sienten mucho mejor cuando sus líderes son honestos y cercanos, cuando se centran en ayudar a la organización a avanzar, en lugar de centrarse en sí mismos y crean un falso sentido de invencibilidad que en realidad termina dañando a todos.

Para reflexionar: Los líderes abren su vulnerabilidad primero, para así crecer junto a sus colaboradores.