El Dios que RestauraMuestra

Buscando la Paz de Dios

Lectura: Salmo 122

Devocional: Salmo 122:8–9 NVI

“Y ahora, por mis hermanos y amigos te digo: «¡Deseo que tengas paz!» Por la casa del Señor nuestro Dios procuraré tu bienestar".

En el texto

Una vez al año, el pueblo de Israel viajaba a Jerusalén para hacer sacrificios y adorar a Dios. Mientras lo hacían, recitaban y cantaban lo que ahora llamamos los Salmos de Ascenso o Cánticos Graduales (Salmo 120-134). Estas canciones recordaron a la gente la bondad de Dios, el esplendor de Su templo y la paz que tenían en Él.

El Salmo 122 es un llamado a la adoración. El pueblo cantaba mientras subía (literalmente subía, ya que Jerusalén está en la cima de una montaña) hasta el templo. Se recordaban unos a otros a dónde iban y por qué iban allí. Oraban por la paz en Jerusalén, por la prosperidad del pueblo de Dios y por la paz para el pueblo de Dios, aunque se encontraban dispersos por la región.

Al leer estas palabras hoy, podemos ver la conexión con las palabras de Isaías hablándole al pueblo de la gloria venidera de Jerusalén, cuando todos los pueblos juntos vendrán a adorar a Dios en Su montaña. Vivimos en el interín, en la espera, en la promesa que aún no se ha hecho realidad.

El Adviento es una temporada de espera. Sabemos que el Niño Jesús ha venido a nosotros, que el Mesías ya ha vencido el pecado y la muerte. Pero esperamos Su regreso, Su segundo Adviento, cuando todo sea restaurado y hecho nuevo, y finalmente cuando todo el pueblo de Dios se reúna en Su templo y lo adore.

Mientras esperamos, podemos orar como lo hacía el pueblo de Israel cuando se dirigía al templo. Este Salmo nos recuerda que hoy en día debemos orar por las distintas comunidades del pueblo de Dios. Nos levantamos unas a otras, orando por la prosperidad, la paz y la seguridad. Podemos descansar en Su paz sin importar lo que enfrentemos, sin importar lo que esté sucediendo a nuestro alrededor, porque Él cumplirá Su promesa. Él redimirá, restaurará y reparará todo lo que se ha perdido. Que tengamos paz mientras esperamos por Él.