El Dios que RestauraMuestra
La Gloria Venidera
Lectura: Romanos 8:18–25
Devocional: Romanos 8:24–25 NVI
Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve ya no es esperanza. ¿Quién espera lo que ya tiene? Pero, si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia.
En el texto
El sufrimiento que experimentamos en este mundo es el resultado del pecado. Nuestro sufrimiento personal puede no ser el resultado del pecado, pero la razón del deterioro, el dolor, la esclavitud y la decadencia providene del pecado. La creación incluso sufre bajo el peso del pecado. Nuestro mundo clama, gime, esperando libertad y redención. Lamentamos el pecado y el sufrimiento en nuestro mundo y reconocemos y nos arrepentimos de nuestra parte en él. Pero una vez que lo hacemos, podemos ejercer una gran esperanza, creyendo que vale la pena esperar lo que está por venir.
Estamos esperando la redención. Y cuando estamos en Cristo, tenemos el don de la esperanza en lo que está por venir. Él ha prometido una redención gloriosa, tanto la redención física como la espiritual de nuestros cuerpos, pero aún está por venir. Vivimos en la tensión de saber lo prometido y esperar su llegada. Vivimos en el “ya pero todavía no”.
Mientras esperamos, nos aferramos a la esperanza: la esperanza de una redención completa a través de la obra de Jesucristo. En medio de la esclavitud, nos aferramos a esta esperanza. En medio de la decadencia, nos aferramos a esta esperanza. A medida que nuestros cuerpos se deterioran, nuestras mentes cambian, nuestros seres queridos mueren o nuestros gobiernos se desmoronan; aun así, nos aferramos a esta esperanza. Porque en esta esperanza somos salvas. Cuando nuestra esperanza está en la obra de Cristo, en Su sacrificio, resurrección y regreso, somos salvas.
El propósito del Adviento es este: recordarnos nuestro sufrimiento actual y la gran esperanza que tenemos. Esta esperanza es lo que nos permite continuar. Sin la esperanza de que algún día experimentaremos la gloria de Cristo y nuestra redención completa, no tenemos ninguna razón para confiar en Él. Nuestra elección activa de aferrarnos diariamente a Sus promesas es lo que aumenta nuestra esperanza.
A medida que soportamos el sufrimiento de este mundo, crecemos en nuestra resistencia. Esta resistencia solo aumenta nuestra esperanza y convicción de quien está por venir: Cristo nuestro Rey. Aunque no lo vemos, tenemos esperanza en nuestra salvación y redención. Resistamos y esperémoslo ansiosamente.
Escrituras
Acerca de este Plan
El Adviento es una época de espera, recuerdos y alegrías. Esperamos el regreso de Cristo y celebramos su primera venida mientras esperamos y anhelamos su regreso. Recordamos el desmoronamiento de nuestro mundo y cómo Él traerá la restauración y la integridad cuando venga. Y lo alabamos, recordando la alegría que tenemos al poner nuestra esperanza en Cristo. El estudio bíblico "El Dios que Restaura" nos llevará a través de la temporada de Adviento, esa temporada de espera y expectativa de la venida del Mesías, nuestro Rey eterno.
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Nos gustaría agradecer a Love God Greatly - Spanish por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://lovegodgreatly.com/spanish