El Dios que RestauraMuestra

Dios Restaura

Lectura: Salmos 126

Devocional: Salmos 126:4-6 NVI

Ahora, Señor, haz volver a nuestros cautivos como haces volver los arroyos del desierto. El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha. El que llorando esparce la semilla, cantando recoge sus gavillas.

En el Texto

El pueblo de Israel había visto la restauración de Dios. Lo habían visto restaurar Sión de una manera tan milagrosa que creían estar soñando. Ellos gritaron de alegría, alabando a Dios por las cosas increíbles que había realizado por ellos. Dios había traído de vuelta al pueblo del exilio en Babilonia, y había restaurado y reconstruido el templo y las murallas de la ciudad de Jerusalén.

Este Salmo fue escrito después de esa restauración, cuando el pueblo de Israel esperaba de nuevo la restauración de Dios. Una vez más necesitaban desesperadamente de Su sanidad y de Su intervención, y este Salmo les recordaba Su fidelidad en el pasado y les daba gozo mientras observaban lo que Él haría en el futuro. Aunque seguían esperando la restauración de Dios, recordaban Su bondad, compasión y fidelidad.

Esta semana, nos enfocaremos en el increíble gozo que tenemos en el Señor. Después de recordar la promesa de Su regreso y de nuestra gran necesidad de Él, nos centramos en el gozo que ya tenemos en Él y la plenitud de gozo que tendremos cuando Él nos haya restaurado.

Cuando nos enfocamos en el gozo que tenemos en el Señor, sin importar nuestras circunstancias, encontramos esperanza. No ignoramos nuestro sufrimiento, pero nos enfocamos en la fidelidad de Dios y en lo que Él promete hacer. Él promete restaurar el mundo. Él promete regresar, derrotar al enemigo, y establecer Su reino en la tierra. Dios promete morar con nosotras para siempre y darnos vida eterna cuando ponemos nuestra fe en Él.

Si Dios puede cumplir estas increíbles promesas para nosotras, si puede restaurar el mundo, seguramente puede restaurar nuestras circunstancias actuales. No solo es lo suficientemente poderoso para intervenir, sino que se preocupa profundamente por el dolor y la tristeza que enfrentamos hoy. Él promete restaurar todas las cosas. Aunque los caminos y el tiempo de Dios se vean diferentes de lo que esperamos, podemos tener gozo mientras esperamos el cumplimiento de Sus promesas y Su próxima restauración. Podemos gritar de gozo, incluso mientras lo esperamos.