Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Ven y siéntate conmigoMuestra

Come Sit With Me

DÍA 4 DE 7

Me presenté a nuestra inesperada cena de Acción de Gracias arrastrando aún viejas heridas cubiertas por la costra del tiempo. Vine con la guardia parcialmente en alto y mucho escepticismo guardado en el bolsillo. Pero vine a la mesa. Y también lo hicieron mi madre, mi padre, y mis hermanas. A veces, el simple hecho de presentarse es el principio de la construcción de nuevos puentes de conexión. Acudir con una buena dosis de humildad ayuda.

La humildad dice que estoy dispuesto a conceder a la otra persona el beneficio de la duda.

La humildad dice que tener razón o incluso ser escuchado no es lo más importante.

La humildad me dice que voy a hacer todo lo mejor que pueda para amar bien, sin importar cómo decidan responder los demás.

No oí esas palabras exactas salir de la boca de nadie aquella noche de noviembre, pero las acciones de cada persona lo decían todo. Y la voz de Dios entre nosotros fue la más fuerte. No estoy segura de quién más lo escuchó, pero no pude ignorar la tierna e implacable seguridad del Espíritu diciendo, mírame. Mira cómo hago lo imposible. Mira cómo respondo a oraciones que ni siquiera sabías que tenías que hacer. Mira cómo estoy infundiendo esperanza, vida y sanidad en tu familia de maneras que nunca hubieras imaginado.

Tal vez, sea eso lo que el Espíritu Santo te está susurrando hoy. Tal vez, te esté instando a que le prestes atención a lo que dice Pablo sobre cómo Dios sale a nuestro encuentro en nuestros momentos de debilidad:

“Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y el Padre, quien conoce cada corazón, sabe lo que el Espíritu dice, porque el Espíritu intercede por nosotros, los creyentes, en armonía con la voluntad de Dios” (Rom. 8:26–27 NTV).

Crecer en una familia divorciada y disfuncional me parecía una debilidad. Sentirme impotente a la hora de navegar por las relaciones emocionalmente cargadas con mis padres solía dejarme desolada por las lágrimas y la desesperanza. Con frecuencia, ni siquiera sabía cómo orar. Sin embargo, ahora veo con una esperanza restaurada que Dios nunca me abandonó. Él estuvo trabajando en mi favor todo el tiempo.

Si observas una circunstancia o una relación en tu vida y te sientes seguro de que el dolor y la lucha de hoy siempre serán así; si has perdido la esperanza de que cualquier destello de redención sea posible porque la grieta de la amargura y la falta de perdón es demasiada profunda; si crees que las personas en tu vida nunca podrán cambiar—que nunca serás capaz de dejar ir, de avanzar, de encontrar la sanidad—pídele al Espíritu Santo que gima por ti. Pídele al Dios de lo imposible, al Dios de lo inimaginable que interceda. Puede que Él quiera darte la oportunidad de extender una invitación inesperada, aceptar una, o simplemente aparecer.

Amigo, no sé qué puentes relacionales de tu vida están demasiado rotos para reconstruirlos. No sé qué heridas emocionales del pasado siguen causando estragos en tu corazón o en tus festividades. Pero sé que Dios está contigo. Sé que lo que hoy parece imposible puede cambiar por Su poder. También sé que nos pide que nos asociemos con Él. Nos pide que vengamos con amor y humildad. Que sigamos Su ejemplo y abramos nuestros corazones a la posibilidad de que Él quiera hacer más de lo que podemos pedir o imaginar. No siempre será cómodo. La tensión puede ser más espesa que la salsa grumosa de tu madre. Pero sentarse juntos con la tierna esperanza compartida de una nueva fuente de sanidad y gracia vale la pena.

-por Becky Keife

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

Come Sit With Me

Ser humano es difícil. Relacionarse con otros seres humanos es todavía más difícil. Cuando tenemos que lidiar con diferencias políticas o religiosas, con personas tóxicas o con la falta de perdón hacia nosostros mismos, ¿cómo manjemos las luchas de las que nadie quiere hablar? Ven y Siéntate Conmigo te enseñará cómo puedes crecer cerca de Dios y de los demás en circunstancias de las que preferirías huir. Descubre la esperanza y libertad que resulta cuando aprendes a disfrutar tus diferencias, amar a través de los desacuerdos, e incluso a vivir en medio de la inconformidad.

More

Nos gustaría agradecer a Baker Publishing por proveer este Plan. Para más información, visita: https://bakerbookhouse.com/