Un Dia MejorMuestra

Del vacío a la plenitud.

Como seres humanos, tenemos muchas necesidades. Necesitamos apoyo constante, amor, reconocimiento, necesitamos bondad. Y tenemos la sensación de que no basta con eso. No existe marido ni esposa, ni novio ni novia, ni trabajo, ni logro, ni riqueza, ni reconocimiento que llene realmente los lugares más profundos del alma de una persona. Incluso cuando tenemos todas esas cosas, no logran que nuestro corazón se sienta pleno.

Como creyentes, sabemos que podemos acudir a una fuente mejor. Podemos acudir a Dios con nuestro vacío, nuestras cargas, nuestras peticiones. Podemos acudir con nuestro miedo, ansiedad, preocupación o desafío. Se lo entregamos a Él y Él lo cambia por Su paz y esperanza. Ese es uno de los numerosos beneficios de ser un amigo personal del Dios vivo.

¿Pero qué pasaría si no tuviéramos esa relación? ¿Cómo nos sentiríamos? Nos consumiría ese anhelo vacío que no parece llenar nada. Sin Dios, podríamos preguntarnos: "Si no hay nada que pueda darnos satisfacción, ¿qué sentido tiene vivir?" ¿Conoces a alguien que se sienta vacío y necesite conocer la paz y la plenitud de Jesús? ¿Quieres dedicar un momento ahora mismo y dejar que el Señor te indique a una persona en tu corazón? Quiero que tengas presente a esa persona mientras sigues leyendo.

Esa persona que Dios te está indicando en tu corazón, sabe que el vacío no lo hace sentir bien. ¡Y no está bien! No es la forma en que fue creado para vivir en el mundo. Porque todos nosotros fuimos creados para sentirnos plenos y satisfechos por Aquel que nos creó: ¡Dios! Y Él, el mismo que nos hizo a todos, sabe exactamente lo que todos necesitamos. Tu amigo no encontrará la satisfacción perfecta en la tierra. Pero puede conocer esta esperanza si estás dispuesto a compartirla:

Un día, un hermoso día, podrán experimentar la plenitud perfecta en Cristo en el cielo. La Biblia dice en 2 Pedro 3:13 que podemos esperar un cielo nuevo y una tierra nueva que Él nos prometió; un mundo lleno de la justicia de Dios. ¿No es asombroso? Todas nuestras necesidades de ser amados, de ser deseados, de pertenecer, ¡se llenarán en abundancia! ¡Qué ganas tenemos de que llegue ese día!

Ahora bien, ¿hay algo que pueda proporcionar plenitud a tu amigo aquí y ahora? Escucha las palabras de esta hermosa oración del Salmo 90:

Sácianos de tu amor por la mañana, y toda nuestra vida cantaremos de alegría.

Día tras día, podemos saciarnos en Él. Esta es nuestra esperanza, y es la única que puede dar satisfacción en la tierra.

Esto es lo que Dios siente por ti y por tu amigo. Creo que esto es lo que Él le diría a tu amigo hoy:

Te amo.

Yo te creé.

Se aproxima algo mejor.

Quiero llenarte con mi Espíritu y satisfacer tus anhelos más profundos.

Cuando iniciamos una relación con Jesús, una relación íntima con el Dios vivo, podemos conocerlo, pero no de la forma en que conocemos los hechos y la información sino del modo en que conocemos a nuestros amigos más cercanos, a nuestros hermanos y hermanas, a nuestros padres, a nuestros cónyuges, ¡incluso más de cerca!

La Biblia nos dice en Romanos 5:11 que podemos regocijarnos de nuestra maravillosa nueva relación con Dios porque Jesús nos ha reconciliado con Dios.

Una vez más, en el libro de los Hebreos, tenemos constancia de que nosotros, a quienes Jesús ha hecho santos, y Aquel que nos hace santos, tenemos el mismo Padre. De modo que Jesús no se avergüenza de llamarnos sus hermanos y hermanas. ¿No es increíble?

Dios te acogió para que entraras en esta relación, y también quiere acoger a tu amigo. La amistad con Dios no se parece a nada que podamos experimentar aquí en la tierra. Nos brinda una satisfacción que supera, literalmente, a la de este mundo. El amor que recibimos de Jesús es como si el cielo bajara a nuestro encuentro. ¡Puedes compartirlo!

Díle a tu amigo que puede llenarse del amor de Jesús y encontrar una plenitud duradera. ¡Comienza a hablar hoy mismo y comprueba lo que Dios hará!

¿Quieres orar conmigo?

Señor, no hay nada en esta tierra que satisfaga los profundos anhelos de nuestras almas. Sabemos que tú provocas tal necesidad en nosotros porque eres el único al que necesitamos. Queremos que todas las personas que conocemos se sientan saciadas y plenas gracias a ti. Señor, un día te veremos cara a cara, y queremos llevar a todos nuestros amigos con nosotros. Ayúdanos a hablarles acerca de cómo nos satisfaces con tu amor infalible. Amén.