Amando La Iglesia LocalMuestra

Testigos, primero en Jerusalén

Llegando al final de este plan de lectura, veo importante dejar en evidencia que amo la Iglesia de Jesús en todo el mundo, amo ver las misiones y ver cómo también hay otros cristianos alrededor del planeta. No estoy desmereciendo nada de aquello con mi enfoque de estar enraizados en nuestra iglesia local, solo que las escrituras nos dejan entrever que la Iglesia de Jesús en tu ciudad, la iglesia local, tiene la especial atención del Señor.

En este versículo bíblico podemos ver que cuando el Espíritu del Señor viene sobre ti con poder te conecta con un plan para testificar, y nos da la forma de hacerlo, primero en Jerusalén.

Jerusalén representa nuestra ciudad, el lugar donde vivimos es el primero donde el Señor nos da poder a través de Su Espíritu para testificar de Su amor, para entregar las Buenas Nuevas de salvación y esto se hace difícil si no estamos conectados a nuestra iglesia local.

Una vez que somos atraídos al Señor, como dice Cantar de los Cantares (que es otro libro del paradigma de Cristo y Su Novia, la Iglesia) , somos atraídos a un grupo de personas que corren tras del Amado. Pareciera que el versículo tiene un error gramatical, porque dice atráeme (singular) en pos de ti correremos (plural), no es un error gramatical sino que aquí se revela que cuándo Jesús nos llama, nos unimos a los que corren tras Él, esto es la iglesia local.

Amado lector, oro para que estos días leyendo sobre la iglesia local, haya nacido en ti una inquietud por el Espíritu de amarla y servirla, que hayas meditado en tu interior sobre la necesidad de conectarte con tu ministerio y plantarte ahí para dar frutos. Es en la iglesia local donde tu ministerio se debe desarrollar, es ahí donde tus dones y talentos deben ser puestos al servicio para que el Reino de Dios se establezca en la tierra. Es tu pastor, movido por el Señor, que te debe validar y enviar para aquello que Dios te creo.

Ama al Señor y ama a Su Novia, echa raíces en el lugar donde Dios te puso y honra a los otros miembros del cuerpo para dar fruto abundante. Debemos ser testigos primero en Jerusalén para alcanzar los confines de la tierra. No menosprecies el lugar dónde Dios te puso, porque incluso en el cuerpo los miembros mas pequeños son muy importantes.

Dios te bendiga amado lector, amemos, como Pablo, a la Iglesia por la que el Señor se entregó.

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