No hables mal de mi novia

Soy felizmente casado y el Señor me ha regalado una hermosa familia, creo que no podría tener una relación cercana, o de amistad, con alguien que hable mal de mi esposa.

La Biblia detalla que la Iglesia es la Novia de Jesús, Juan el Bautista se autoproclama como amigo del Novio, haciendo referencia a Jesús y Pablo nos habla acerca del misterio: La Iglesia, esposa del Cordero.

Algunos dirán: “No es lo mismo novia que esposa”, quizás para nosotros en occidente no, para entender eso hay que conocer un poco del contexto histórico y geográfico dónde esto fue escrito.

Las bodas en tiempos de Jesús eran, para entenderlo mejor, alianzas familiares. La familia del hombre hacia alianza con la familia de la mujer, una vez cerrado el “trato” ambos tenían un acuerdo de matrimonio y la mujer, aunque aún no había ceremonia de boda, ya era la esposa del hombre, estaban desposados. Aún era la novia pero también era la esposa. Entiendo lo difícil o raro que puede ser para nosotros en occidente entender esto, pero en tiempos de Jesús era así y Pablo entendiendo esto dijo que hablaba del Esposo y la Esposa haciendo mención a Jesús y la Iglesia. Aunque todavía no suceden las bodas del Cordero, la Iglesia ya es la esposa del Cordero, hay una alianza creada.

Ahora, ¿puedes entender que cuando hablaste mal de la Iglesia estuviste hablando mal de la Esposa del Cordero? Es tiempo de comenzar a hablar bien de la Esposa de nuestro Señor, cuando hablamos mal de ella, la difamamos, la dañamos puedo casi reconocer a Jesús diciendo: “No hables mal de mi Novia”.

Si hasta aquí, en algún momento pensaste mal de la Novia o hablaste mal de ella, quiero contarte que Dios es experto en hacer todas las cosas nuevas y de seguro esto también. Podemos volver a ser amigos del Novio y colaborar para hermosear a la Novia.

Oremos:

“Jesús quiero ser Tu amigo, ayúdame a ver a la Iglesia como Tu Novia, perdóname si en algún momento he hablado mal de ella, amén".