La Magia de la NavidadMuestra

"Plan B"

Amo soñar y amo las ideas. Me pregunto qué podría hacer que mi corazón lata un poco más rápido. Me puedo sentar durante horas (¡o días!) pensando en la mejor manera de lograr algo y lo que podría ser “si. . . ". Cuando estoy en una época de soñar a lo grande, a menudo me despierto a la mitad de la noche para poner las ideas en un papel. Me entusiasma que mi esposo se despierte para poder compartir mi plan con él. (A veces incluso lo molesto un poco, con la esperanza de que se despierte pronto... mi pobre esposo.) Pero, por mucho que me encanta soñar, me emociona aún más ver cómo una visión toma forma.

Hace unos años, me encargué de un gran proyecto de renovación. Elaboré un presupuesto, los planos, contraté un equipo y comencé a ejecutar el plan. ¡No podía esperar! Sin embargo, lo que sucedió en las siguientes semanas es lo que sucede con muchos planes geniales. Descubrí que no era infalible. Había problemas desconocidos que resolver, obstáculos que sortear y costos que excedían el presupuesto cuidadosamente preparado y muy ajustado. El plan tuvo que ser alterado. Necesitaba un Plan B.

En general, no me gustan los Planes B. Pasar a un plan alternativo de alguna manera significa un fracaso. Es admitir que no lo tenía todo preparado desde el principio. Es un recordatorio de la naturaleza imprevista de la vida.

A veces, cuando estoy contemplando los porqués del universo, me pregunto sobre el plan de Dios. ¿Cuál fue Su idea original? ¿Tenía un plan maestro que no funcionó del todo bien? ¿Creó un mundo donde la humanidad podría haber vivido feliz para siempre en el jardín, pero luego fue estropeado? ¿Fue Jesús la segunda opción de Dios? ¿Era Jesús el Plan B?

Esta temporada, mientras mi casa comienza a brillar con luces y decoro un plato de galletas, también celebraré el nacimiento de mi Salvador. Este pequeño bebé, nacido de una virgen en la ciudad de Belén, era Dios tiernamente revelando Su perfecto plan maestro. La redención de la humanidad no fue una ocurrencia tardía o un remedio para un plan que salió mal. Jesús fue siempre la solución perfecta y amorosa de Dios. Este bebé es la lente a través de la cual Dios me ve. El niño nunca fue Plan B.

Rhonda Hinrichs
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