La Magia de la NavidadMuestra

Los sabios en movimiento

Al comienzo de cada temporada navideña, desenvuelvo mi reliquia familiar más sentimental, un pequeño jarrón de cristal con un intrincado votivo dentro, pintado a mano. En él se coloca una pequeña vela. Parece bastante aburrido, ¿verdad? Pero, cuando se enciende, es lo más mágico que tengo.

La magnífica ilustración del votivo representa los tres sabios montados en camellos con una estrella brillante en el cielo. El movimiento de la llama hace que las imágenes parezcan moverse a través del jarrón.

Cuando era niña, me sentaba por horas mirando a estos sabios moverse hacia la estrella, sin darme cuenta que era el movimiento del parpadeo de la vela lo que creaba esta ilusión.

Cada Nochebuena, cuando todos están en sus camas, me siento en la oscuridad y veo el resplandor del jarrón en movimiento frente a mí. Contemplo a los verdaderos magos buscando constantemente y moviéndose hacia el Salvador del Mundo.

¿Nos movemos hacia Jesús como esos magos? ¿O nos movemos en círculos impulsados por las tareas? Ellos tenían una hermosa y brillante estrella que seguir. Nuestro dispositivo GPS es mucho más poderoso: Tenemos al Espíritu para que sea nuestro faro infalible hacia Cristo. Pero, para no movernos en círculos sin propósito, tenemos que apagar el "nosotros" y permitir que la llama del Espíritu nos mantenga en movimiento hacia Jesús.

La estrella no les falló a los magos. Era una estrella divina, puesta literalmente por Dios para confirmar la profecía de Miqueas sobre el lugar de nacimiento de nuestro Señor. Ciertamente, el Espíritu del Dios vivo nunca nos fallará. Nos llevará hasta allí y si se lo permitimos, ¡será con gozo!

Al ver la estrella, se llenaron de alegría. Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra (Mateo 2:10‭-‬11 NVI).

En esta temporada y siempre, ¡mantén encendida la luz del Espiritu! Sigue en constante movimiento hacia el Hijo de Dios, así como los magos. Sin importar el terreno, si el Espíritu te guía, encontrarás gozo y un propósito en cada paso del camino hasta el día en que nos postremos y adoremos al Rey de Reyes en persona.

Beth Pettry
Tierra de Waumba