Ser Padres Con GraciaMuestra

La gracia en tiempos de prueba

Facebook puede ser engañoso a veces. Vemos fotos o videos de vacaciones familiares, padres presumiendo de los logros de sus hijos, o maridos y esposas disfrutando de una noche romántica en un buen restaurante. Pero muy rara vez vemos pañales sucios, niños peleando entre sí o desacuerdos entre los padres. En las redes sociales, nos gusta presentarnos como si lo tuviéramos todo junto y viviéramos el sueño. Pero en el mundo real, esos sueños a menudo se convierten en pesadillas.

Cuando la realidad golpea y las luchas llegan, Satanás planta semillas de duda y cuando echan raíces, traen la desesperación. «No puedo hacer esto... soy débil». La tentación de tirar la toalla puede ser grande. Un marido es impotente, una esposa tiene un aborto espontáneo, un hijo nace con una discapacidad, muere por una enfermedad o en un accidente. No ha sido nada que hayas hecho; es solo el resultado de vivir en un mundo caído, donde los efectos del pecado causan enfermedad y muerte. ¿Es suficiente la gracia en estas situaciones?

Cuando era adolescente, mi hermano menor, Dougie, de solo dieciocho meses, sufrió graves quemaduras en un trágico accidente. Durante dos semanas, su pequeño cuerpo osciló entre la vida y la muerte, y luego murió.

Años más tarde, alguien me contó lo que ocurrió la mañana siguiente a su muerte. Mi padre era profesor en un instituto bíblico. Esa mañana, los estudiantes fueron informados de que Dougie había muerto durante la noche. Los estudiantes dudaban de que mi padre viniera, pero se presentaron solo por si acaso. A las ocho en punto, mi padre entró y se dirigió al podio. La sala se quedó en silencio. ¿Qué podía decir un padre en un momento así? Mi padre comenzó: «En momentos como éste es cuando se comprende la suficiencia de la gracia de Dios». Y dio la clase.

Las pruebas y las dificultades de la crianza de los hijos son duras. Te desgarran el alma y sacuden los cimientos de tu fe. Puede que no tengan sentido para ti en este momento. Solo la seguridad de que Dios es bondadoso, que caminará con nosotros a través de las dificultades de la vida y que podemos entregar nuestras preocupaciones a Él (1 Pedro 5:7) nos mantendrá en pie. Pero su gracia es suficiente.

No esperes a que lleguen los tiempos difíciles para alimentar tu fe en la gracia y la bondad de Dios. Dedica tiempo a leer su Palabra a diario y a quedarte a solas para orar en los momentos buenos y en los difíciles (Efesios 3:17). Y la gracia de Dios te sostendrá.