Confiando en Dios a Pesar del SufrimientoMuestra

Lectura: Salmos 10

DEVOCIONAL: Salmos 10:1

¿Por qué estás lejos, Señor, y te escondes en el tiempo de la tribulación?

La vida es dura. Nos distraemos, nos cansamos y nos desanimamos. A veces puede parecer que Dios está muy lejos y en silencio. ¿Será que a Él sí le importa? ¿Por qué permite el sufrimiento? ¿No puede Él hacer algo? Todas hemos luchado con estas preguntas en un momento u otro, o tal vez estamos en medio de la lucha con ellas en este momento.

Es un gran consuelo ver las palabras del Salmo 10:1 incluidas en la Biblia. Podemos encontrar esperanza sabiendo que no estamos solas. No eres la única que hace estas preguntas o se pregunta estas cosas.

Hay momentos y situaciones que nos dejan asombradas del por qué Dios no está haciendo nada para sanar, arreglar o redimir. Conocemos el carácter de Dios y no parece ser consistente con lo que vemos que sucede en el mundo que nos rodea. ¿Cómo puede permanecer en silencio?

En esos momentos, el lamento puede ayudar a que nuestro corazón descanse en la fe y se mantenga obediente a la Palabra de Dios. Dios siempre se está moviendo, siempre trabajando y nunca está lejos. En Éxodo 34:6, Dios se describe a sí mismo como: “El Señor, el Señor, el Dios compasivo y clemente, tardo para la ira y grande en amor leal y fidelidad”. Necesitamos recordar esto. Necesitamos recordar Su carácter, todas las cosas que sabemos que son verdaderas y todas las cosas maravillosas que Él ha hecho, no solo en nuestras propias vidas, sino también en las vidas de otros a lo largo de la historia y en las vidas de aquellos registrados en la Biblia.

Leer la Palabra de Dios y tomarse un tiempo cada día para estudiarla en profundidad no es solo un hermoso hábito en un cristiano. Es el hábito poderoso de una mujer guerrera, mujeres como tú que viven en un mundo quebrantado pero confían en un Dios bueno, amoroso y soberano. Aprendamos a practicar el lamento en todas las ocasiones en que sentimos que el Señor está silencioso y lejano, confiando todo el tiempo en lo que sabemos que es verdad: Él es compasivo, clemente, lento para la ira, abundante en amor leal y fidelidad.