Confiando en Dios a Pesar del SufrimientoMuestra

Lectura: Lamentaciones 3

DEVOCIONAL: Lamentaciones 3:21–24

Pero esto consideraré en mi corazón, y por esto esperaré: Que por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias; nuevas son cada mañana. ¡Grande es tu fidelidad! «Mi porción es el Señor; por tanto, en él esperaré», dice mi alma.

En la lectura de hoy, encontramos una profunda esperanza y aliento, un rayo de luz en medio de un relato bíblico difícil. Lamentaciones 3:21-24 es quizás bien conocido, pero pocas personas conocen las circunstancias y el contexto en el que aparece. A medida que profundizamos hoy y esta semana, recordemos el contraste entre una vida de fe y una vida de rebelión. Recordemos que estos son relatos verdaderos de lo que sucedió después de la caída de Jerusalén y sirven como advertencia de las consecuencias del pecado y la misericordia que Dios ofrece a todos los que claman a Él.

Incluso en medio del sufrimiento y el dolor, encontramos una esperanza increíble. Nuevamente, vemos a un autor bíblico describir con lamento todas las cosas que suceden a su alrededor y luego practicar el acto de recordar mientras recuerda lo que sabe que es verdad acerca del Señor. La verdad es que, incluso en medio de tal dolor: escenas de huesos rotos (v. 4), oración excluida (v. 8), quedarse sin ayuda (v. 11) y dientes rotos con grava (v. 16): el autor elige proclamar la bondad del Señor.

Jeremías ofrece un maravilloso ejemplo de cómo elegir enfocarse en la verdad en lugar de sus circunstancias o emociones. Conoce el verdadero carácter de Dios y confía en lo que sabe, no en lo que ve. Está seguro de que depositar su plena confianza en Dios es la única esperanza posible.

Incluso en medio del increíble sufrimiento registrado en el libro de Lamentaciones, hay esperanza. Servimos a un Dios compasivo que nunca rechaza un corazón humilde y arrepentido.

Es importante saber la verdad sobre quién es Dios. Necesitamos buscar conocer a Dios, Su carácter y Su Palabra por nosotras mismas, y no solo estar satisfechas con ser alimentadas por otros, incluso por grandes maestros y predicadores. La práctica de abrir la Palabra de Dios todos los días y aprender más sobre Él es una de las mejores y más poderosas decisiones que puedes tomar para ti y tus seres queridos.

Creer la verdad acerca de Dios es crucial. Mientras nos aferramos firmemente a nuestro Dios y a lo que sabemos de Él, la próxima ola de sufrimiento y dolor no nos llevará a la desesperanza total. En cambio, seremos capacitadas para entrar en una relación más profunda e íntima con Aquel que mantiene todo unido, incluido nuestro propio corazón.