Confiando en Dios a Pesar del SufrimientoMuestra
Lectura: Lamentaciones 4
DEVOCIONAL: Lamentaciones 4:17
Nuestros ojos desfallecen mientras esperan en vano nuestro socorro; en nuestra esperanza aguardamos a una nación que no puede salvar.
Si bien la lectura de ayer de Lamentaciones 3 proporcionó algún tipo de alivio y esperanza, volvemos a la dura realidad del sufrimiento inhumano en el capítulo cuatro. Los babilonios invadieron Jerusalén, persiguieron a su gente y se los llevaron cautivos. Destruyeron aún más ciudades en Judá, dejando a la región en total devastación y al resto de la población en una degradación infrahumana. El autor del libro sigue lamentándose por las circunstancias que lo rodean, y nosotras seguimos aprendiendo y practicando el lamento junto a él.
Judá buscó “en vano ayuda” mientras rogaba por ayuda a la nación de Egipto, pero Egipto se retiró y dejó que Judá sufriera la invasión babilónica.
¿Con qué frecuencia buscamos ayuda en los lugares equivocados y en vano? Nuestros ojos se cansan, nos desanimamos y, al final, nos damos cuenta de que ninguna de las cosas que encontramos puede salvarnos. Quizás nosotras también hemos tenido amigos y mentores como el profeta Jeremías, diciéndonos que miremos al Señor, que nos volvamos a Él y le pidamos ayuda, pero nos negamos. Parecía demasiado insignificante hablar con el Señor al respecto, o tal vez no sabíamos muy bien cómo acercarnos a Dios sobre lo que había en nuestro corazón.
Podemos encontrarnos con esta actitud a la hora de lamentarnos. No entendemos lo que está pasando, no vemos esperanza y sentimos que Dios está en silencio. Queremos gritar y preguntar “¿¡Por qué!? ¡¿Hasta cuándo, oh Señor?!” pero no estamos muy seguras de si tales arrebatos son apropiados cuando se habla con el Creador del cielo y la tierra.
La práctica del lamento, allana el camino para que un corazón agobiado y sufriente se acerque al trono de la gracia. No sólo permite, sino que anima al creyente a acudir al Señor, el Creador y Sustentador de todas las cosas, y compartir nuestras quejas. Él es nuestro Padre Celestial y ama profundamente a Sus hijos.Admitimos que buscamos ayuda en todos los lugares equivocados y nos arrepentimos. Recordamos quién es Dios y proclamamos, una vez más, Su santidad independientemente de nuestras circunstancias. Dios es verdadero, y lo que dice es verdadero. El sufrimiento que nos rodea puede ser abrumador; la respuesta correcta es la fe en el Señor que está en control de todo. Podemos alabarlo por darnos una voz en esos momentos: la voz y la práctica del lamento.
Escrituras
Acerca de este Plan
El sufrimiento es un huésped no deseado en nuestras vidas. Irrumpe sin previo aviso, causando estragos en nuestras relaciones, salud y finanzas. Nunca sabemos cuándo se irá y nos hace dudar de la bondad de Dios y cuestionar si Él es digno de confianza o no. En este estudio de cuatro semanas, aprenderás que está bien clamar a Dios en medio del sufrimiento, como David, Jeremías y Pablo.
More
Nos gustaría agradecer a Love God Greatly - Spanish por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://lovegodgreatly.com/Spanish