La Armadura de DiosMuestra
¿Cómo pelear con Satanás y sus huestes de maldad?
El tipo de arma que podemos usar contra Satanás se describe en Efesios 6:10-20, que nos habla de la armadura de Dios. También se especifica la acción y la actitud que necesitamos asumir cuando somos atacados por el enemigo, y es la acción de resistir en el Señor.
Efesios 6:13 dice: “… tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo estar firmes”. Similar actitud se prescribe en Efesios 6:11: estar firmes contra. En 1 Pedro 5:8-9 se nos exhorta a mostrar esa misma actitud: “Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos".
La premisa es que ya Cristo venció a Satanás. Peleamos la batalla de la fe con base a la victoria ya consumada de Cristo. La palabra de Dios dice: "¡Estad firmes!". "Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo" (6:11). En el griego, las palabras "estad firmes contra" significan "mantener la posición", o "no ceder terreno". Quiere decir que el terreno en disputa es, en realidad, de Dios y, por lo tanto, también nuestro. No tenemos que salir a conquistar, sino a defender lo que ya es nuestro, en otras palabras, tenemos que resistir. Resistir sugiere oposición vigorosa, resistencia valiente, mantenerse uno en su terreno con las armas que nos son concedidas. Es por eso que la mayoría de las armas de la armadura de Dios son defensivas.
La diferencia entre la guerra defensiva y la ofensiva es que en la guerra defensiva ya domino el terreno y sólo procuro retenerlo, mientras que en la ofensiva no lo tengo y me esfuerzo por conquistarlo. Nosotros batallamos solamente por mantener y consolidar la victoria que el Señor ha ganado.
Escrituras
Acerca de este Plan
A fin de enfrentar al enemigo de nuestras almas, Dios nos ha dotado de una poderosa armadura. Al vestirnos y usar la armadura de forma efectiva podremos hacer frente al maligno. No podemos enfrentarnos al maligno con nuestras propias fuerzas, sino con las armas que Dios nos da.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/