[Cinco conversaciones con Cristo] Ansiedad y preocupaciónMuestra

Más errores

Ayer vimos tres de los errores cognitivos de The Feeling Good Handbook (El manual para sentirse bien). Aquí están los otros errores de la lista:

4. Descalificar lo positivo. Tomamos lo positivo y pensamos: «Cualquiera pudo haber hecho eso». Desestimamos nuestros talentos, dones y éxitos. «¡Gran trabajo! No, yo pude haberlo hecho mejor». «¡Nuestro negocio fue un éxito! Fue solo un golpe de suerte». «¡Eres un gran padre! No, tengo hijos vagos». Hacemos de menos los aspectos positivos y esto crea ansiedad en nuestra vida.

5. Saltar a conclusiones prematuras. Esto también se conoce como lectura en la mente. «¡Oh, no enviaron un mensaje de texto en respuesta! Entonces es porque están enojados conmigo. Sé exactamente lo que están pensando; ellos están molestos conmigo; ellos no son como yo». La lectura de la mente crea ansiedad en nuestras vidas. 

6. Magnificar o minimizar. Tomamos una cosa y la volvemos enorme: «Eso será una catástrofe». Pienso: «Si estropeo un sermón, mi carrera podría terminar mañana». Hacemos que todo sea muy malo. Tuvimos una pelea y pensamos que nos dirigimos al divorcio. Cometo un error en los negocios y creo que voy a estar arruinado o incluso me convertiré en un vagabundo.

7. Razonamiento emocional. Esto es pensar: «Lo siento, por lo tanto, debe ser verdad». Lo que sientes no siempre es verdad; los hechos de tu fe son verdaderos. Jesús está contigo. Si estás experimentando la fea hermana gemela de la depresión, sé que sientes los nubarrones y crees que el sol nunca brillará de nuevo. Pero el sol volverá a brillar. Jesús te ama. Él murió por ti. Jesús es verdadero y real; ese zumbido en tu corazón no es real, la paz de Cristo sí lo es.

8. Personalización. Tú asumes que eres el culpable y te causa ansiedad o estrés. «Mi hijo está actuando mal, así que debe ser porque yo fui una mala mamá o un mal papá». Algo sucedió en la oficina o en otra área de la vida: «Claro, debe ser mi culpa».

Esto es muy útil para entender que la preocupación afecta a todo nuestro ser. Podemos preguntar: «¿Dónde está el error cognitivo aquí? ¿Qué está pasando física o emocionalmente?».