Sobrenaturalidad cotidianaMuestra
Ni idea
En 1997 diserté en un campamento de jóvenes situado a orillas de un hermoso lago al centro de Finlandia. Una tarde, un joven de dieciséis años llamado Timo pidió hablar conmigo. Nos sentamos en una banca con vista al lago y Timo me contó su historia. Era trágica. Su padre era alcohólico y solía llegar a casa borracho y golpear a Timo y a su madre. El joven se sentía sin fuerza para defenderse o defender a su madre. Cuando Timo tenía 9 años, su padre salió de casa y nunca regresó. Me dijo que no tenía idea de dónde estaba o si aún estaba vivo. Me dijo que sentía rabia, que estaba deprimido y que luchaba por creer en el amor de Dios Padre por él.
Oré con Timo y acordamos vernos al día siguiente. La tarde siguiente estaba usando mi suéter favorito, me encantaba, se veía bien y era cómodo y calentito. Al sentarnos en la banca junto al lago, noté que Timo tiritaba en su camiseta, sentí que el Señor me decía que le prestara mi suéter. Me resistí. El Señor insistió. A mi pesar le di mi suéter. Era como cinco tallas más grande que él, pero me dijo que le gustaba mucho. Para mi consternación, el Señor me dijo que se lo regalara. Yo objeté. El Señor insistió. Timo parecía encantado. Me dirigí al aeropuerto sin mi prenda favorita y no de muy buen humor.
Dieciséis años después regresé a Finlandia para hablar en una conferencia de pastores. Antes de mi disertación final, mi traductor me dijo que quería decir algo a la congregación. Se puso de pie y dijo:
Mi nombre es Timo, tengo treinta y dos años. Dieciséis años atrás fui a un campamento junto a un lago. Mike era el disertante ¡pero él no me recuerda! Le conté la historia de mi padre alcohólico y debido a eso mi lucha por creer y recibir el amor de Dios hacia mí. Mike me escuchó durante dos tardes. En la segunda tarde yo tenía frío, Mike me regaló su suéter y luego regresó a Inglaterra. Lo que Mike no sabe es que Dios utilizó ese suéter para cambiar mi vida. Mi Padre nunca me hizo un regalo y yo estaba admirado cuando ese extraño me regaló tan hermoso suéter. Comencé a pensar que quizá Dios estaba detrás de ese regalo y que quizá podía tener la esperanza de que mi vida cambiaría.
Luego sacó mi sueter de una bolsa. "He guardado este suéter durante dieciséis años", dijo. "Pero ahora es tiempo de que lo devuelva porque ya cumplió su misión".
Yo estaba atónito. No tenía idea del porqué Dios me dijo que le diera mi suéter y por dieciséis años esto fue un rompecabezas para mí. Luego Dios, en Su gracia me mostró lo que estaba haciendo ¡sin que yo lo supiera! ¿La lección? Sigue siendo obediente. Sigue sembrando semillas. Camina fielmente aunque no veas los resultados inmediatamente. Nunca sabes lo que Dios está planeando.
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Escrituras
Acerca de este Plan
"Sobrenaturalidad cotidiana" explora lo que es la vida diaria del creyente investida del poder del Espíritu. Dios desea que cada uno dependa conscientemente del Espíritu Santo y que use los dones sobrenaturales como herramientas diarias. Confiar en el Espíritu Santo no es algo extraño, una gran demostración, o solo para ciertos sectores de la iglesia. Es para cualquiera que desee conocer a Dios más plenamente.
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