[Grandes Versos] El increíble trabajo del Espíritu en tiMuestra

Puedes llamarlo Padre

«Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!».

Si la bendición fundamental del Evangelio es la justificación, ser declarados legalmente justos frente a Dios, entonces la bendición más alta del Evangelio es la adopción, ser adoptados como hijos propios, queridos de Dios.

Dios revela su amor por nosotros cuando él nos adopta tiernamente como suyos. Dios nos alcanzó cuando éramos pecadores rebeldes y sus enemigos. Que él se acercara, nos rescatara, nos perdonara y nos adoptara como sus propios hijos, fue el acto de amor más asombroso que podamos imaginar.

La adopción revela el corazón de Dios como Padre. El Padre perfecto, tierno y amoroso. Nos libera de un espíritu de esclavitud y miedo. Sí, el miedo nos ataca, pero podemos decir no al miedo. Ya no somos esclavos del miedo porque ahora somos hijos e hijas de Dios. Somos hijos e hijas del Rey.

Así que lo llamamos Papá, Papito, Abba. Disfrutamos de su amor. Nos deleitamos en su misericordia. Bailamos en su gracia. Creyente, visualiza a Dios como tu Papá. Vete a ti mismo como adoptado, como amado y seguro. Descansa en el amor del Padre.