Dios Sigue HablandoMuestra

*Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.  2 Corintios 5:21*

Escuchamos una frase popular: Dios ama al pecador, pero aborrece al pecado; no es un versículo bíblico, lo dijo Mahatma Gandhi en un discurso.

Dice Romanos 3:24, *"por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios"*

¿Se contradice la Biblia? NO

Como pecadores NO tenemos Gracia en nuestras manos para ponernos por nuestra cuenta delante de Dios; aunque muchos se imaginan a un Dios que más que deseoso de salvarnos esta al acecho de nuestras caídas para desecharnos y arremeter contra nosotros.

El verso siguiente, el 24, dice: *"Todos* son justificados gratuitamente por Su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús, (Romanos 3:24 NBLA)".

Para TODOS es gratis la salvación, esta es muestra más que suficiente para probar que Dios ama al pecador (a mí).

Pero faltaría la parte que nos toca para ver en nosotros ese favor de Dios: 

*Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. 1 Juan 1:9*

¿Y del pecado?

El pecado se describe como una llaga podrida (Isaías 1:6), una pesada carga (Salmo 38:4), contaminación (Tito 1:15; 2 Corintios 7:1), una deuda que nos ata (Mateo 6:12-15), oscuridad (1 Juan 1:6) y una mancha carmesí (Isaías 1:18).

Dios odia el pecado por la sencilla razón de que el pecado nos separa de él.

Fue el pecado introducido por Satanás lo que hizo que la creación amada por Dios se separara de Él.

Pero vamos al verso de hoy, que me dice: que Jesús se hizo pecado, no pecador ¿tiene sentido ahora leer esto?

Es decir que Jesús se hizo lo que Dios más aborrecía (y multiplicado al volumen de la humanidad), para que Dios no vertiera su ira sobre nosotros.

Yo lo escribo, lo leo, lo medito y siendo madre no puedo imaginar ver a una de mis hijas con desprecio y odio ni siquiera por un segundo, por eso confieso que no puedo abundar más ni evitar acongojarme de tan solo pensarlo.

Si era difícil cuestionarme a la luz de la historia de Abraham e Isaac, acerca de si sería capaz de matar a un hijo para darlo a Dios, ¿también pensar si podría aborrecer a una de mis hijas?...

Dios hizo ambas cosas, por ti, por mí, por TODOS...