RomanosMuestra

Fe tomada como justicia

En realidad, si Abraham hubiera sido justificado por las obras, habría tenido de qué jactarse— pero no delante de Dios. Pues ¿qué dice la Escritura?: "Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia". Ahora bien, cuando alguien trabaja, no se le toma en cuenta el salario como un favor, sino como una deuda. Sin embargo, al que no trabaja, sino que cree en el que justifica al malvado, se le toma en cuenta la fe como justicia.– Romanos 4:2-5.

Abraham creyó la promesa de Dios, esa que decía que tendría tantos descendientes como las estrellas en el cielo. No sabemos cuántos años tenía Abraham cuando recibió esta promesa, pero hace mucho que ya no podía tener hijos y había perdido la esperanza. Esperaba que uno de sus esclavos heredara sus posesiones (Génesis 15:3). La promesa de Dios para él no era fácil de creer, pero lo hizo y le fue contado como justicia. 

Sin embargo, la fe de Abraham en Dios no lo alejó de cometer errores. El tiempo pasó y continuaba sin hijos. Así que, Abraham y Sara elaboraron el plan de tener un hijo a través de Hagar. Ismael nació y Abraham pensó que era el heredero esperado. Mas 13 años después, Dios aparece y le dice que eso no era cierto; pues el heredero sería hijo de Sara. Ella no estaba en edad fértil, así que Abraham pidió a Dios que prosperará a Ismael (Génesis 17:18). Sin embargo, Dios le dijo que su pacto sería solo con Isaac.

Visto desde una perspectiva humana, la posibilidad de dar a luz era nula para Sara. Pero Romanos 4:19-20 dice que aún así Abraham no dudó de la habilidad de Dios de cumplir lo prometido. Le creyó a Dios y abandonó los planes que había hecho para Ismael como su heredero, a pesar de su apego a su primogénito (Génesis 21:11-14). Tuvo que enviar lejos a Ismael, quedando sin respaldo por si algo salía mal con Isaac.

Así vemos que caminar por fe no significa que nunca cometeremos errores – todos los cometemos, y por eso nunca podremos ser justificados por nuestras obras. Lo que sí significa es que al darnos cuenta de nuestros errores, damos la vuelta y regresamos a hacer las cosas a la manera de Dios, sin importar cuán difícil parezca. Como Romanos 4:22 dice: fue porque Abraham le creyó a Dios en una situación aparentemente imposible que su fe fue contada como justicia.

¿Qué tan apegados estamos a nuestros planes de vida? Como Abraham, todos hacemos planes para lograr lo que queremos – puede ser un trabajo, una posesión, o incluso un ministerio. ¿Cómo reaccionamos cuando lo pensado no funciona? ¿Nos enoja que Dios no ponga el sello de autorización (en especial si hemos invertido tiempo y dinero)? ¿O estamos dispuestos a dejar ir esos planes y aguardar en los de Dios?

La fe es demostrada en abandonar nuestros planes y entregarnos a los de Dios. Esta es la clase de fe que es tomada como justicia.

¿Qué es lo que Dios hoy te llama a dejar ir?