RomanosMuestra

Por fe y para fe

Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. – Rom 1:16‭-‬17

Algunos de los opositores de Pablo pensaban que debía avergonzarse del evangelio que predicaba porque promovía un estilo de vida inmoral, pues no requería que la gente se sujetara a la ley (Rom 3:8, 6:1). Pablo respondió diciendo que no se avergonzaba del evangelio porque, aunque la salvación era ciertamente por fe, el evangelio también los llama “para fe”, es decir, para llevar sus vidas "por fe”. Él cita a Habacuc para probar su punto: "El justo por la fe vivirá."

Ahora, Habacuc estaba también en una situación donde parecía que Dios pasaba por alto el comportamiento pecaminoso de su pueblo (Hab 1:1-4). Cuando se quejó a Dios sobre esto, Él le dijo que el castigo vendría en la mano de los babilonios. Esto no tenía sentido para Habacuc pues los babilonios eran aún más malvados. ¿Estaba Dios ignorando sus malas acciones (Hab 1:13)? La respuesta de Dios fue decirle a Habacuc que tuviera paciencia. Al final, quienes seguirían de pie serían quienes permanecieran fieles a Dios (Hab 2:4). Los desobedientes a Dios, con vidas egoístas y autosuficientes, serían destruidos; tanto babilonios (gentiles) como judíos.

Esto llevó a Habacuc a hacer su famosa declaración de fe

Aunque la higuera no florezca,

ni haya fruto en las vides,

aunque falle la cosecha del olivo

y los campos no produzcan alimentos,

aunque en el aprisco no haya ovejas

ni ganado alguno en los establos,

aún así, yo me regocijaré en el Señor;

me alegraré en mi Dios libertador.

El Señor omnipotente es mi fuerza;

da a mis pies la ligereza de una gacela;

y me hace caminar por las alturas.

Este es el tipo de fe al que nos llama el evangelio. Sean cual sean nuestras circunstancias, debemos confiar en Dios. No debemos ser egoístas y autosuficientes como los babilonios, sino buscar a Dios y confiar en Él como Habacuc. Cuando vivamos día a día con ese tipo de fe, no habrá lugar para el pecado, el cual es el resultado de enfocarnos en nosotros mismos.

Por esto Pablo consideraba que no insistir en la ley no era nada de lo que avergonzarse. Llamarles a vivir por la fe excluía automáticamente la posibilidad de vivir en pecado. La salvación por fe es solo la mitad del evangelio. La otra mitad es que debemos vivir por la fe, tanto judíos como gentiles.

Has sido salvo por la fe. ¿Vives ahora por la fe?