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Basura que entra, basura que sale

Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Romanos 8:6

El cristiano espera llegar a ser como Jesús y agradar a Dios. Cuando realmente deseamos algo, no nos quedamos sentados esperando que suceda. Hacemos todo lo posible por hacerlo realidad. Si queremos ser buenos en los deportes, nos entrenamos; si es ser un buen músico, practicamos; o si es agradar a nuestros jefes, trabajamos duro. Entonces, ¿qué debemos hacer para agradar a Dios?

Según Pablo, debemos poner nuestra mente en el Espíritu y no en la carne, pues si está en la carne no podemos agradar a Dios (Romanos 8:7). ¿Qué cosas ocupan nuestra mente? Lo que leemos (libros, noticias), vemos (tv, películas, WhatsApp). En lo lo que pasamos tiempo, influye en nuestra mente, valores y visión del mundo. Las empresas pagan por mostrar sus productos en las películas porque saben que, aunque no haya un mensaje promocional directo, solo al ver sus productos en ciertos escenarios influye en nuestra percepción de ellos. Así que tenemos que cuidar lo que colocamos en nuestras mentes. Los cristianos que solo leen las últimas novelas, se enfocan en la tv y no hablan con nadie más que con los incrédulos, nunca van a formar la mentalidad del Espíritu. De lo que se llenan viene de una sola dirección, reflejando el sistema de valores de la "carne" (Douglas Moo, NIV Application Commentary).

Mientras vivimos en este mundo, no podemos eliminar los aportes que vienen con valores mundanos. Pero podemos contrarrestarlos llenando nuestras mentes con cosas buenas. ¿Cuánto de lo que ponemos en nuestras mentes está basado en los valores del reino? Como dice Filipenses 4:8:"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad".

Como dice el dicho popular: "basura que entra, basura que sale". Con lo que llenamos en nuestra mente afecta a la forma en que vivimos. Si nuestra mente está llena de valores mundanos, entonces viviremos según esos valores, que es lo que Pablo llama "vivir según la carne". Eso lleva a la muerte espiritual. Pero si llenamos nuestra mente con los valores correctos, entonces seremos capaces de tomar la ayuda del Espíritu para poner a la muerte las obras de la carne y vivir vidas que son agradables a Dios (Romanos 8:13). 

Entonces, ¿en dónde está puesta tu mente?