Cómo Ser Libre De La Ofensa Por Medio Del PerdónMuestra

Por qué no perdonamos

"La falta de perdón es como un veneno, que tomamos diariamente a gotas, pero que finalmente nos termina envenenando." Anónimo

¿Por qué es tan difícil perdonar? ¿Por qué no lo hacemos?

1. Por orgullo.

2. Porque creemos que si lo hacemos liberaremos al ofensor de su castigo.

3. Porque deseamos vengarnos directamente (o que las circunstancias externas lo

hagan por nosotros).

4. Porque queremos ser justos. Y "justicia" es que reciba el pago merecido.

5. Porque sentimos que si lo hacemos le damos la razón al que nos lastimó, o lo aprobamos.

6. Porque creemos que tenemos que hacer algo al respecto y perdonar es dejarlo así nomás, sin hacer nada.

7. Porque no queremos que se repita la ofensa.

8. Porque queremos que de alguna forma la persona sepa lo que nos hizo.

9. Porque el dolor fue tan grande que no lo podemos dejar así.

10. Porque pensamos que sólo descansaremos si a esa persona le sucede algo que le haga entender el daño que nos hizo.

11. Porque quisiéramos que esa persona no olvide su falta.

12. Porque no percibimos que el daño de no perdonar es superior al que ya hemos recibido.

¿Qué dice Dios sobre esto?

1. El perdón es una orden de Dios. Va más allá de toda lógica y razonamiento. Pero Dios no nos pide que hagamos algo en lo que Él no nos va a respaldar. Si lo pide, es que es posible.

"Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: --Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? --Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete." (Mateo 18:21-22)

2. A nivel personal, el mejor negocio que podemos hacer es no condenar con nuestros juicios y conclusiones a personas imperfectas como nosotros.

"No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará. Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes." (Lucas 6:37-38 NVI)

3. La venganza es una pésima opción, confiemos en que Dios se hará cargo.

"…No tomen venganza ustedes mismos, sino dejen que Dios sea quien castigue; porque la Escritura dice: "A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré, dice el Señor." (Romanos 12:19 DHH)