Cómo Ser Libre De La Ofensa Por Medio Del PerdónMuestra

Los "porqué" del perdón.

"Puedo perdonar, pero no olvidar", es sólo otra forma de decir: "no puedo perdonar". Henry Ward Beecher

Quizás ya percibimos que el secreto para romper el ciclo de la ofensa en nuestras vidas es perdonar.

Charles Linch escribió: "El dolor físico se reduce a medida que el cuerpo sana. Pero hay otro tipo de dolor que no se sana con el tiempo: el dolor emocional."

Por eso debemos perdonar. Necesitamos cerrar cualquier capítulo que todavía esté abierto, porque si no lo hacemos, le otorgamos el poder de seguir lastimando nuestras vidas.

Es una paradoja. Queremos salir de ese ciclo. No deseamos mantener el recuerdo del dolor, no queremos ser cautivos sino libres, no queremos vivir autoengañados ni contaminados con amargura.

Pero, ¿perdonar? ¡Esa es una palabra mayor! Rápidamente surgen las preguntas y racionalizaciones que nos suelen dejar en medio camino del proceso de perdonar.

Marque con cuáles se identifica (pueden ser varias):

"¿Por qué perdonar a alguien que ni siquiera acepta que nos lastimó?" ( )

"¿Por qué perdonar algo tan horrible? Sería como dejar libre a alguien que no se lo

merece." ( )

"¿Por qué perdonar algo que ya pasó hace tantos años?" ( )

"Perdonarle es dejar que siga haciendo lo mismo…" ( )

"¿Por qué voy a perdonar, si yo no soy Dios? Que Dios lo perdone, si es que eso tiene

perdón." ( )

"¿Perdonar? Si no me hizo nada… Yo estoy bien… Ni me di cuenta de lo que dijo." ( )

"¿Por qué lo voy a perdonar? Ni siquiera está arrepentido (a).

Lo volverá a hacer." ( )

"¿Por qué perdonar? Lo hecho, hecho está." ( )

Ya lo olvidé. No necesito hacerlo. No es algo que me estorba ni molesta." ( )

"Ya lo perdoné una vez y no sirvió de nada. ¿Por qué volver a hacerlo?" ( )

Haga un alto y ore: para que Dios prepare su corazón para perdonar y olvidar.

¿Qué dice Dios sobre esto?

1. No existe alguien infalible o perfecto. Todos necesitamos ser perdonados y, a la vez, debemos perdonar. Leemos esto en la Oración del Padre nuestro: "Y perdónanos nuestras deudas (ofensas), como también nosotros perdonamos a nuestros deudores (ofensores)." (Mateo 6:12 RV60)

2. No perdonar nos expone a NO recibir el perdón de Dios. "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas". (Mateo 6:14-15 RV60)

Cierre en oración pidiendo a Dios un corazón perdonador.

COMPROMISO CON DIOS: Ahora, ¿Qué hará al respecto?