El valor de la obediencia en la vida espiritualMuestra
La fe opera en la obediencia – Parte II
La obediencia trae crecimiento espiritual
A lo largo de nuestra vida Dios nos va a probar en nuestra disposición de obedecer, así como lo hizo con Abraham. Estos son momentos en que Dios nos prueba son momentos de decisión. Son momentos en los intencionalmente renunciamos a privilegios, derechos, reconocimientos, honores y posiciones a favor y en obediencia a Dios.
Esos momentos nos llegan para tratar con áreas de nuestras vidas que necesitamos entregar y rendir a Dios; áreas de nuestra vida en las que necesitamos crecer a través del ejercicio de la obediencia. Si en esos momentos actuamos en obediencia, entonces, crecemos y maduramos en fe.
Eso es lo que observamos en la vida de Abraham. Con cada acto de fe en obediencia, su fe y su nivel espiritual crecía.
Obedecer requiere pagar un precio
Ahora, obedecer implica pagar un precio. Jesús pagó un precio muy alto por obedecer (muerte de cruz - Hebreos 5:8). Abraham también pago el precio. Como puede observar en la vida de Abraham, ejercer fe supone correr algunos riesgos, tomar algunas decisiones difíciles. Obedecer en fe puede conllevar algunas incomodidades, incluso peligros, y aún acarrearnos la muerte.
¿Qué tan difícil fue para Abraham obedecer a Dios?
Dios llamó a Abraham a dejar la seguridad de su casa paterna, sus costumbres, su familia, su trabajo, su nacionalidad, etc. Todo lo que era la base de su confianza y seguridad, para ir un lugar incierto (hacia lo desconocido). Dios no le dio detalles, ni explicaciones (no le dio un mapa). Abraham, para seguir a Dios, necesitaba obedecer mientras confiaba día a día en fe. En un momento Dios le pide a Abraham un acto supremo de obediencia: que le sacrifique a su hijo Isaac en un altar, y Abraham responde en total obediencia (Génesis 22:1-12).
Así ha sido a través de toda la historia bíblica, Dios ha probado la fidelidad y la fe de sus seguidores, exhortándoles a la obediencia. Y mientras mayor es el llamado mayor es la demanda de fe y de obediencia.
La obediencia bíblica no es mera observancia externa. La obediencia bíblica va más allá del simple recibir y cumplir órdenes. Se trata más bien de una aceptación voluntaria, gozosa y responsable de la voluntad de Dios y de la autoridad que por derecho legítimo Él tiene sobre nosotros. Obedecer con esta actitud denota madurez espiritual.
Acerca de este Plan
La obediencia es un factor esencial en la vida espiritual. Afecta la fe, el crecimiento espiritual, la santidad, el amor y toda gracia en nuestra vida. Sin obediencia nuestra fe es mera profesión verbal, sin firmeza. La obediencia comprueba nuestra fe e identidad como hijo de Dios. Somos llamados, pues, a actuar en obediencia a Dios, y a su autoridad delegada: padres, autoridades civiles, líderes espirituales, etc.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/