El valor de la obediencia en la vida espiritualMuestra

El amor y la obediencia se implican recíprocamente

¿Cómo permanecemos en el amor de Dios?

Hay una estrecha conexión entre el amor y la obediencia. Amar a Dios es guardar sus mandamientos, vale decir, obedecer a Dios. El amor y la obediencia caminan de la mano juntos. El que dice que ama a Dios, pero tiene un estilo de vida de desobediencia consciente, en realidad no ama a Dios, porque el amor a Dios se comprueba a través de la obediencia.  El amor de Dios se ha perfeccionado verdaderamente en el que obedece su palabra (1 Juan 2:5). “El que tiene mis mandamientos, y los obedece, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por Mi Padre, y Yo lo amaré, y me manifestaré a él”. Juan 14:21

El amor a Dios se demuestra a través de la obediencia, haciendo lo que Dios no manda. Jesús dijo: “Si guardaréis mis mandamientos permaneceréis en mi amor” (Juan 15:10), “pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos” (1ra. de Juan 5:3).  A su vez la obediencia a Dios se demuestra amando. Jesús dijo: “Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros, así como yo os he amado” (Juan 15:12).

En la economía de Dios el amor y la obediencia se implican recíprocamente. Obedecer es amar, y amar es obedecer. No hay amor sin obediencia, y no hay obediencia sin amor.  Obedezco porque amo, y por cuanto amo a Dios le obedezco. El amor se expresa en la decisión de obedecer a Dios, y la obediencia se pone de manifiesto, a través de una actitud de amor a Dios: a Él, a su palabra, a su iglesia.

Dios tomará nuestra obediencia de cualquier manera que pueda obtenerla porque quiere que disfrutemos de los increíbles frutos de su perfecta voluntad, pero su deseo es siempre que nuestra obediencia sea un desbordamiento natural de nuestro amor por él. Él anhela que vivamos un estilo de vida de obediencia basada en el amor.

• · ¿Tienes una actitud de obediencia a Dios? 

El amor a Dios se demuestra a través de la obediencia, haciendo lo que Dios nos manda. Jesús dijo: