El valor de la obediencia en la vida espiritualMuestra
La obediencia: La prueba de que conocemos a Dios
“Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos...” .(1 Juan 2:3-5).
La obediencia a los mandamientos prueba nuestro conocimiento de Dios
La evidencia de que alguien conoce a Dios, y de que tiene comunión con Él, es que guarda sus mandamientos.
Conocer a Dios es más que tener un mero asentimiento emocional o creencia intelectual de Él. No basta con saber de Dios para conocerle; podemos saber de Dios (doctrinas), y no conocerle a Él. A Dios sólo se le puede conocer experiencialmente, y la experiencia significativa y verdadera con Dios implica y es guiada por la obediencia a Él.
Conocer a Dios es relacionarnos con Él. No hay conocimiento de Dios sin relación personal con Él. Lo que llamamos fe no es más que la capacidad de relacionarnos con Dios. Ahora, no hay relación ni conocimiento de Dios divorciado de la obediencia a Él.
El amor genuino a Dios y una verdadera relación con Él, debe evidenciarse en la lealtad que le profesamos a Él a través de la obediencia. Y es que la obediencia conduce a la relación con Dios, y ésta última, al conocimiento de Él. Sin obediencia no hay relación con Dios, y sin relación con Dios, no hay verdadero conocimiento de Dios.
La obediencia a Dios crea un clima y estado con Dios, en el que crece la comunión con Él y, en consecuencia, el conocimiento de Dios. La intimidad es la respuesta de Dios a nuestros actos de obediencia. La obediencia es la base de la amistad con Dios. “Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando” (Juan 15:14). Cuando andamos en obediencia a Dios, Él trae intimidad a nuestras vidas. Luego crecemos en intimidad con Dios, y esto nos hace más cercanos a Dios, de modo que confiamos más en él, y esto nos hace más propensos a obedecerle. Luego Dios nos estimula trayendo más revelación e intimidad con Él, como recompensa a nuestra obediencia. Al recibir más revelación e intimidad de Dios, más obedecemos, y más crece nuestra fe y conocimiento de Dios.
Escrituras
Acerca de este Plan
La obediencia es un factor esencial en la vida espiritual. Afecta la fe, el crecimiento espiritual, la santidad, el amor y toda gracia en nuestra vida. Sin obediencia nuestra fe es mera profesión verbal, sin firmeza. La obediencia comprueba nuestra fe e identidad como hijo de Dios. Somos llamados, pues, a actuar en obediencia a Dios, y a su autoridad delegada: padres, autoridades civiles, líderes espirituales, etc.
More
Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/