Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra

Es una porción extensa la lectura de hoy, y eso nos permite ver dos momentos muy distintos en la vida de David como rey de Israel. El primero es un rey lleno de compasión y misericordia que está listo para cumplir una promesa hecha a un amigo íntimo, a Jonatán. David había prometido cuidar de la descendencia de Jonatán, y ahora busca a quién mostrarle misericordia.
David encuentra a un hijo de Jonatán llamado Mefiboset, un hombre que desde los cuatro años quedó lisiado de los pies. Sin la posibilidad de moverse, y escondido en un pueblo pequeño, no tiene forma de evitar ser llevado delante del rey.
La costumbre en esa época era acabar con los descendientes del rey anterior para que nadie se levantara como el heredero legítimo del trono. Así que es de sorprenderse cuando David no sólo muestra misericordia y le perdona la vida, sino que también lo levanta y lo hace sentarse a la mesa del rey como su hijo.
¿No es esta escena sino una muestra del amor de Dios por nosotros? Merecemos la muerte por nuestro pecado. Nos es imposible acercarnos a Dios pero Él va por nosotros y nos levanta y, si creemos en Él, nos da la potestad de ser su hijo.
Dios es bueno.
La segunda historia que contrasta con ésta es el momento en que vemos a un rey David ocioso y caprichoso que sólo piensa en sí mismo. Toma a la mujer de su vecino, la embaraza e intenta cubrir su pecado mandando llamar a su vecino que estaba en la guerra. Como él no acepta entrar a su propia casa, David lo mata creyendo que su pecado nunca será descubierto.
Pero Dios lo sabe, y manda al profeta Natan a confrontarlo. A David no le queda más que reconocerlo y arrepentirse. David encuentra misericordia en Dios.
El hombre es malo.
Estas dos historias muestran lo alejados que estamos los hombres y Dios, lo distintos que somos. Y pareciera que es imposible juntarlos. No sólo parece, lo es. Es imposible.
Es por eso que Dios envió a su Hijo Jesús por nosotros, para mostrarnos su amor al pagar nuestra condena en nuestro lugar.
Si crees en Jesus, que Él es el Hijo de Dios, que murió por tus pecados y resucitó al tercer día, serás salvo. Y aquello que parecía imposible, el que tú tengas una relación con Dios, hoy puede ser posible. Cree en Él.
Acerca de este Plan

Leamos juntos el Antiguo Testamento y sigamos conociendo y dando a conocer a Jesucristo a través de las Escrituras.
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Nos gustaría agradecer a Semilla de Mostaza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.semillamexico.com/