Antiguo Testamento con Fermín IVEjemplo

Es desconcertante ver a David llorando por su hijo ahora que está muerto. Pero cuando estuvo vivo, no quiso recibirlo ni reconciliarse. Tampoco Absalón se arrepintió de haber matado a su hermano. Pero es sorprendente ver descontrolado a David, o más bien, controlado por sus sentimientos al punto de afectar a todo su ejército y al pueblo. Había sido una figura muy sólida, un líder que nunca perdió el control frente a Saúl.

Esto me enseña dos cosas. Primero, necesitas hablar con tu familia; restaurar relaciones; reconciliar si es necesario. No beneficia a nadie ni en nada que llores en muerte por lo que no hiciste cuando estaba vivo. Segundo, no te dejes controlar por tus sentimientos. Si los dejas controlarte, traerás mucho dolor a tu persona y a los que están a tu alrededor. Mejor déjate controlar por el Espíritu Santo y será de mucha bendición a los que más amas, porque el fruto del Espíritu estará presente en ti.

Mefiboset nos vuelve a sorprender. El día de ayer nos enteramos por Siba que Mefiboset se quedó en Jerusalén para tomar el trono. Pero esto estaba muy lejos de la realidad. Mefiboset fue engañado por Siba y lo dejo abandonado en Jerusalén. Cuando lo escuchamos decir que no le importa recuperar algo material, sino que sólo se conforma con la presencia del rey, nos hace pensar si así somos o sentimos nosotros frente a Dios.

¿Será que amamos a Dios por lo que nos da y no por quién Él es?

¿Podríamos conformarnos sólo con su presencia sin importar lo que tenemos?

Son buenas preguntas para este tiempo.