Antiguo Testamento con Fermín IVEjemplo

Estos capítulos nos presentan a Salomón como un hombre extraordinario. Siendo hijo de David, tenía destinado construir el templo en Jerusalén. Esto se lo había negado Dios a David, pero le dijo que un hijo suyo lo haría, y aquí está: Salomon.

No sólo tenía un destino establecido, sino que cuando Dios le ofreció darle lo que pidiera, Salomón pidió sabiduría. Y Dios no sólo le dio un corazón sabio y entendido, también lo llenó de riqueza y gloria. 

El nuevo rey había resuelto un caso demasiado difícil e inmediatamente empieza a  correr su fama por todo Israel. Su reino era extenso y sus provisiones estaban cubiertas por cada provincia y también eran muy grandes. Sus caballerizas estaban repletas de animales. Hasta sus tratos con gobernantes de las naciones vecinas era cordial y amigable. Pero, muchas veces decimos: “Demasiado bueno para ser real.”

¿Será éste el rey que reinará por siempre? ¿Será éste el rey que traerá justicia y paz?

Tendremos que seguir leyendo en los próximos días para ver si así cómo comenzó así va a terminar sus días. Esa es una de las lecciones que aprendemos de su historia. Debemos preocuparnos más por cómo terminamos que por cómo comenzamos.

Santiago dice en su epístola que si a alguien le falta sabiduría, la pida a Dios que está dispuesto a darla abundante y sin reproche. ¿Necesitas sabiduría?