Antiguo Testamento con Fermín IVMuestra
En medio de todos los problemas que tiene Jacob en su familia y con su suegro, su regreso a casa no será algo sencillo. Tiene que enfrentar a su hermano Esaú. Si lo recuerdas, su hermano había prometido matar a Jacob.
Así que Jacob se prepara para su encuentro. Primero envió mensajeros que avisen a su hermano que viene de regreso y que no necesita nada. Por un lado, no quiere llegar de sorpresa; y por el otro, no quiere que piense que viene de nuevo a engañarlo o a robarle algo. Pero el informe que le traen no es alentador. Esaú está listo para recibirlo pero ¡acompañado de 400 hombres!
Jacob entonces hace lo que todos hacemos cuando nos sentimos amenazados. Planeamos, oramos desesperadamente, buscamos aplacar la ira con regalos. Jacob necesita algo y no lo tiene.
Jacob se queda solo y tiene un encuentro con Dios. No es un encuentro bonito, es una pelea. Jacob ha sido muy necio y esa noche es igualmente necio; pelea toda la noche y, antes del amanecer, Dios tuvo que hacer algo que lo marcaría de por vida: le sacó el hueso de la cadera.
En ocasiones Dios tiene que tratar duramente con nosotros, solo por nuestra necedad. Jacob no sale igual de este encuentro; sale con otro nombre. Dios le dice: Ya no te dirán Jacob, ahora serás Israel, porque has luchado con Dios y has vencido
¿Vencido? Más bien fue derrotado; su cadera está fuera de su lugar y desde ese día caminaría cojeando. ¿Vencer? Sí, porque sólo tienes la victoria cuando dejas que Dios termine contigo y haga algo nuevo en ti.
¿Has peleado con Dios? Yo también. Que sea Él, Dios, quién nos transforme.
Escrituras
Acerca de este Plan
Leamos juntos el Antiguo Testamento y sigamos conociendo y dando a conocer a Jesucristo a través de las Escrituras.
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Nos gustaría agradecer a Semilla de Mostaza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.semillamexico.com/