[Grandes Versos] Comunión y amor: Un estilo de vida del creyenteMuestra

Amor activo

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.

¿Eres una persona amorosa? Dios nos dice que si no tenemos amor, no tenemos nada. El amor es sumamente importante. No el amor en teoría, no el sentimiento de amor sino el amor en la vida real. Amor concreto. Amor activo. Amor sacrificial.

¿Tienes eso? ¿Tienes amor? Evalúate ante Dios. Pide a Dios que te muestre tu corazón.

«El amor es paciente». No soy duro ni irritable. No grito ni alzo la voz. Soy paciente.

«El amor es amable». Soy atento y considerado. Hablo con una voz suave, no con una dura o abrasiva. Sonrío a la gente. Edifico a la gente, no la derribo. Soy amable.

«El amor no envidia». No estoy celoso de los demás. No estoy en competencia con otros. Estoy contento y seguro con quien soy. Quiero lo mejor para los demás. No envidio.

«El amor no se jacta». No busco atención. No practico la eliminación de nombres. No tengo que ser el centro de conversación. No les digo a los demás lo que he logrado. No me jacto.

«El amor no es arrogante». No soy orgulloso ni engreído. No creo que sea mejor que otros, incluyendo personas que tienen trabajos de baja categoría o personas sin hogar. Entiendo que cualquier bien en mí es un regalo. No soy arrogante.

«El amor no es grosero». Soy sensible a los sentimientos de los demás. Trato a la gente con respeto y cortesía. No uso un tono de voz cortante y duro. No soy grosero.

«El amor no insiste en su propio camino». No insisto en mi camino o en mis preferencias. Fácilmente aplazo mi preferencia y me someto a las de los demás. No soy controlador. Busco oportunidades para servir a la gente y no controlarlas. No insisto en mi manera de hacer las cosas.

«El amor no es irritable». No soy quisquilloso, no estoy a la defensiva ni soy demasiado sensible o me ofendo fácilmente. La gente no camina sobre cáscaras de huevo a mi alrededor. Es difícil hacerme enojar. No soy irritable.

«El amor no es resentido». Perdono rápidamente. No me aferro a rencores ni comentarios mal intencionados. No me enojó con los que me han hecho daño. Estoy envuelto por el perdón de Dios y por eso extiendo con mucho gusto la gracia a los demás. No estoy resentido.

«El amor no se regocija en las malas acciones, sino que se regocija con la verdad». No me alegro secretamente cuando la gente a mi alrededor tiene contratiempos o fracasos. No realizo comentarios sobre los problemas de los demás. Realmente quiero lo mejor para la gente. Me alegro cuando mis amigos prosperan. No me gozo de los agravios, pero me alegro con la verdad.

Eso es todo. Eso es amor. ¿Cómo lo estás haciendo? ¿Amas a la gente? ¿Te importa esto? Sí, importa. Importa más que cualquier otra cosa, porque a menos que amemos de esta manera, cualquier otra cosa que tenga que ver con nosotros no importará. Porque el amor activo, concreto, vida real, amor sacrificial, es lo más grande del mundo.