[Grandes Versos] Comunión y amor: Un estilo de vida del creyenteMuestra

La esencia de la comunión

y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.

La lista de Schindler es una película de 1993 dirigida por Steven Spielberg, quien ganó el Oscar a la mejor película. Es una película en blanco y negro sobre el Holocausto, basada en una historia real. La historia involucra a Oskar Schindler, miembro del partido nazi, quien era mujeriego y lucraba de la guerra. Pero vio lo que estaba pasando con los judíos polacos y comenzó a invertir su propio dinero para rescatarlos. Terminó salvando la vida de 1100 judíos. Al final de la película, hay una escena famosa donde los 1100 supervivientes judíos expresan su profundo y sincero agradecimiento a Schindler por su sacrificio. De una manera muy emotiva, le dan un anillo con la inscripción: «Quien salva una vida salva al mundo entero». Cuando Schindler, interpretado por Liam Neeson, recibe este anillo, comienza a llorar. Había gastado tanto de su propio dinero, pero él sabía que hubiera podido salvar otros tantos. Pero ¿se imaginan la gratitud que sentían esas 1100 personas y los miles de descendientes?

¿Cómo no estar increíblemente agradecido con la persona que te rescató? Esa escena personifica la comunión en pocas palabras. Estamos agradecidos con aquel que nos rescató de nuestro pecado y de una eternidad en el infierno. Estamos increíblemente agradecidos con aquel quien se sacrificó y murió por nosotros.

Jesús nos rescató, no con dinero, pero con su propia sangre. ¿Cómo no estar increíblemente agradecidos? Nos rescató, no para que pudiéramos tener otros treinta o cuarenta años de vida física, sino para que pudiéramos tener una eternidad de vida con Dios. El mensaje de comunión es simple: Nunca lo olvides. Recuerda. Con profunda alegría y gratitud, recuerda.

1 Corintios 11:23–26 subraya que el principio clave de la comunión es recordar a Jesús. Dios nunca nos dice qué palabras decir, qué liturgia seguir o con qué frecuencia celebrar la comunión. No hay ceremonia, ritual u horario prescrito. Lo que Dios nos dice es: Hazlo en memoria de Jesús. Recuerda a Jesús. Celebra a Jesús. Adora a Jesús. Sé agradecido con Jesús.

Nunca dejes que la comunión se convierta en un ritual mundano o mecánico para ti. Reflexiona sobre lo que tu Salvador, Dios en la carne, hizo por ti. Murió para que pudieras vivir. Murió para perdonar tus pecados. Murió para rescatarte por toda la eternidad. Recuerda con profunda gratitud y alegría. Recuerda desde lo más profundo de tu corazón. Recuerda y adora. Esa es la esencia de la comunión.