Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Recibir la gracia y perdonarMuestra

Recibir la gracia y perdonar

DÍA 1 DE 7

Dia 01 - El perdón, una deuda moral

VERSÍCULOS DE REFERENCIA :

Mateo 18:15-35 RVR1960

15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.

16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 

17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. 

18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.

19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. 

20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 

22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete..

23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 

24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 

25 A este, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. 

26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 

27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. 

28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. 

29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 

30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. 

31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. 

32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 

33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? 

34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. 

35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.

 

Reflexiones:  

El perdón, es olvidar que alguien nos debe algo o que nos ha hecho daño y que por tanto tiene una deuda moral con nosotros.

Lea Mateo 18:15-35 y tome un momento para responder las siguientes preguntas:

 ➤  ¿Qué nos ensena Jesús?

 ➤  Según tú que caracteriza el verdadero perdón?

 ➤  Cuales son las consecuencias del perdón para ti?

 

CONTENIDO :

Este texto comienza con las palabras: "Si tu hermano pecara…" porque en realidad el perdón es el resultado normal y la respuesta lógica del pecado según el corazón de Dios. Como vimos anteriormente en el capítulo “Conocer a Jesús y seguirle” el pecado es grave porque nos separa de Dios. Y Jesús nos ensena aquí primeramente sobre la gravedad del pecado y como ayudar a una persona en la fe que ha desobedecido la voluntad de Dios. Jesús nos revela como ganar la confianza y el corazón de esa persona para `permitirle darse cuenta de su error y regresar a Dios con arrepentimiento a fin de recibir el perdón. Porque Dios no está aquí para juzgarnos, sino para liberarnos y perdonarnos.

Como Jesús señala aquí, sobre todo no debemos solidarizarnos con el pecado de alguien por amor. Porque si en realidad encubrimos o cerramos los ojos al pecado de otro, no le amamos realmente: todo lo contario, le dejamos alejarse de Dios. Cuando amamos al prójimo, podemos confrontarlo con su desobediencia, pero con amor, sin juzgarlo, con el objetivo de acompañarlo en su arrepentimiento y su proceso de restauración. A menudo la gente dice: “Tienes que perdonar…De hecho a veces estas personas están en pecado y no quieren resolverlo, por lo que esperan que Dios cierre los ojos a su pecado cuando ellos lleguen a la eternidad. Y entonces les gustaría que hiciéramos lo mismo con ellos aquí en la tierra. Sin embargo, perdonar no es tirar la toalla sobre las cosas como si nada hubiera pasado, es reconocer y confrontar las cosas para tratarlas porque nos destruyen… Es por esta razón que Jesús toma el pecado muy en serio y nos llama a hacer lo mismo.

Entonces hay en este texto una pregunta de Pedro: “Si mi hermano peca contra mi…” Aquí ya no se trata de la relación del otro con Dios, sino de su relación conmigo. Pedro sabe que él fue y se sentirá ofendido, esto es parte de la vida y él sabe que se supone que él debe perdonar, sin embargo, le gustaría saber hasta dónde puede llegar el perdón…Y ciertamente es lo mismo para nosotros hoy…

Primeramente hay que decir que el perdón requiere saber reconocer que uno ha sido ofendido, burlado, traicionado, abandonado, despreciado, víctima de una injusticia, etc. Esto produce en nosotros una herida en nuestro corazón, que, si no es tratada, puede destruir nuestra relación con los otros, nuestra relación con Dios y a veces incluido nuestra identidad. 

Una vez que hayamos reconocido la deuda material, física o moral por la cual estábamos ofendidos, nos resta tomar una decisión: elegir perdonar esta deuda y borrarla. Porque perdonar no es dejar pasar las cosas como si nada hubiera ocurrido, es reconocer que paso y delante de Dios, decidir perdonar a la persona que nos ofendió. Es renunciar a nuestro derecho de hacer sufrir a la persona hasta que me de lo que me debe, hasta que pague su deuda. Al finalizar este texto de Mateo la historia da un ejemplo donde no hay perdón: este hombre tenía el derecho de encarcelar a su deudor, lo cual hizo. De igual forma, cuando nosotros no perdonamos ponemos a las personas en la prisión de nuestro no perdonar. Sin embargo, Jesús nos ha dado el ejemplo cuando dijo en la cruz: “Padre, perdónalos…" (Lucas 23:34).

Perdonar es reconocer primeramente que se nos debe algo, que tenemos un derecho, cuando sabemos eso, es entonces que tomamos la decisión de renunciar a este derecho sin condiciones, sin considerar nada. El verdadero perdón consiste en olvidar que ha pasado, en elegir no volver a ponerlo sobre la alfombra en el futuro. Ya no volvemos a lo que ha sido perdonado…Así que, si estamos en conflicto nuevamente, no podemos decir más frases como: “siempre es lo mismo”, “tú me hiciste esto”, etc. Lo que es perdonado, pertenece a Dios y ya no a nosotros. Esto es también lo que nuestro Dios hace con nosotros: Él no nos trata en la medida de lo que hemos hecho, al recordar nuestros errores, Él nos perdona, libera y nos trata a la medida de Su gracia …Entonces actuemos de la misma manera con respecto a aquellos a quienes hemos perdonado.

Saber perdonar es poderosamente liberador, porque libera a la persona a quien hemos perdonado y esto nos permite vivir una relación renovada con ella. Pero esto igualmente nos permite salir de la trampa del odio y la amargura que nos destruye… Antes de ir más lejos, yo te animo a tomar un tiempo con el Espíritu Santo porque Él te puede ayudar a sondear el estado de tu corazón. Déjalo que te revele si has dejado la amargura hacia algunas personas a fin de que puedas tomar la decisión de perdonar.

 

Mi decisión

Lo que comprendí para mi vida personal :

Lo que decido para mi vida, con lo que acabo de aprender :

Lo que tú decides hoy, determina quien serás mañana :

 

Del libro "un disciple en marche" copyright 2018 de Luc Favre, publicado por Vie Victorieuse. Todos los derechos reservados.

Día 2

Acerca de este Plan

Recibir la gracia y perdonar

Mucho más que un simple plan de lectura, este es un verdadero desafío para entrar en la vida de un discípulo de Cristo.

More

Nos gustaría agradecer a Luc Favre por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://vievictorieuse.org