Temor del buenoMuestra
Vivir en el temor del Señor
Estoy segura de que muchos de nosotros, en algún momento de nuestras vidas, hemos sentido miedo, generalmente a lo desconocido o a alguien que podría lastimarnos. También sabemos que, como hijos de Dios, no deberíamos temer, pues Él vela por nuestro bienestar.
Es algo parecido a cuando eres niño y tienes una pesadilla, lo primero que haces es recurrir a tus padres, ya sea gritando o corriendo a su cama; sólo estar con ellos, te da una tranquilidad inexplicable. ¡Imagínate!, si esos sentimientos de paz te pueden dar tus papás, ¿qué puedes sentir al estar cerca de nuestro Padre celestial?
Esa cercanía que todos deseamos tener con Dios, la podemos obtener si vivimos con temor de Él, porque el Señor vela por los que le temen, por aquellos que confían en su amor. Es así como, esta palabra que la asociamos en la vida cotidiana con algo malo, se convierte en necesaria, cuando comprendemos que en el caso particular de la lectura bíblica, “temeré a nuestro Señor” no se refiere al miedo en sentido de cobardía, sino más bien, al respeto y honra que debemos tener a nuestro Padre. Cuando tememos a Dios, Él nos defiende de todo mal.
Entonces ¿si nosotros respetamos y honramos a Dios, recibimos su protección? La respuesta es afirmativa y lo podemos encontrar a lo largo de la Biblia, como por ejemplo en el Salmo 34: 7 donde dice: “pues el ángel del Señor es un guardián; rodea y defiende a todos los que le temen”. Jesucristo es ese guardián que protege a los que le temen. Así como los ejércitos solían armar un campamento de protección de primera línea para proteger al resto, así también hay Alguien más fuerte, más grande y poderoso que ha decidido proteger tu vida, tu familia, tus intereses, todo lo tuyo, si le temes. Debemos confiar ciegamente en nuestro Dios, no debemos dejarnos invadir por ese miedo carente de fe, sino entender que “sin duda la salvación de Dios está cerca de los que le temen“ (Salmo 85: 9).
¿Qué pasa cuando no vivimos con temor de Dios?, la repuesta de todos será seguramente la misma, ¡dolor! Dios “rescata de la muerte a los que le temen y los mantiene con vida en tiempos de hambre” (Sal. 33: 18 – 19), entonces el solo vivir con el fin de agradar a Dios y no ofenderle al pecar, evitará consecuencias negativas para nuestras vidas.
“El que vive con temor y humildad a Dios tiene como remuneración riquezas, honra y vida” (Proverbios 22: 4). Vivir en el temor del Señor nos libra de pecar, evadimos las consecuencias de los actos malos y nos permite vivir en paz, conduciéndonos a tener una larga vida, bienestar y honor.
Vivir con temor de Dios, es vivir de verdad, ¡Hagámoslo!
Micaela Camacho
Misiones digitales YVT - Jazôn
Acerca de este Plan
Israel estuvo al pie del Monte Sinaí, recibiendo el pacto del Señor. Los truenos, la montaña en llamas y la estruendosa voz de Dios les llenó de pavor, pero, ¿fue miedo o sintieron el temor del Señor? ¿Habrá algún temor que sea bueno? Este plan nos mete en las aguas del temor del Señor. Comprenderemos como éste, puede ser para nosotros, un seguro de vida.
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Nos gustaría agradecer a Jazôn por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.jazon.info/