Confiar en Dios a través de nuestras pruebasMuestra

Este libro está vivo

A veces, nos cansamos. Estamos confundidos y solos. Luchamos con dudas y miedos. Luchamos contra la desilusión y la ira, la culpa y la vergüenza. Somos tan humanos. En todos y cada uno de estos tiempos oscuros, corremos hacia Dios y a su Palabra. Conoce a Dios en las páginas de la Escritura. Deja que la Palabra de Dios te lave, te limpie y te cure. El Espíritu de Dios tomará la Palabra de Dios y revivirá tu alma. ¿Cómo sucede esto? ¿Por qué sucede esto? Simple: este libro está vivo. Palpita con la vida, la vida de Dios. ¿Un libro de teología seco y muerto? Difícilmente. Más bien, está en llamas con poder que da vida. Cuando leemos este libro, respiramos el aliento de Dios. Nuestra alma es renovada, restaurada, rejuvenecida.

John White era psiquiatra, consejero, misionero, pastor y escritor. Escribió palabras elocuentes sobre el poder de la Escritura para revivir su alma, y a continuación hay un extracto de su libro La lucha:

En los períodos más oscuros de mi vida, cuando todo parecía desesperanzado, lucharía en los amaneceres grises de muchos países lejanos para captar las verdades básicas de los pasajes de las Escrituras. No busqué respuestas inmediatas a mis problemas. Solo sentí intuitivamente que estaba bebiendo corrientes de una fuente que daba vida a mi alma. Poco a poco, mientras lidiaba con problemas textuales y teológicos, una fortaleza se hizo profunda en mí. Los cimientos se consolidaron en una roca de otro mundo más allá del alcance del tiempo y el espacio, y me volví fuerte y más vivo. Si pudiera escribir poesía al respecto, lo haría. Si pudiera cantar a través del papel, inundaría tu alma con las gloriosas melodías que expresan lo que he encontrado. No puedo exagerar porque no hay expresiones lo suficientemente majestuosas como para hablar de la gloria que he visto o de la maravilla de encontrar que yo, un hombre neurótico, inestable y de mediana edad, tengo los pies firmemente plantados en la eternidad y respiro el aire del cielo. Y todo esto ha llegado a mí a través de un cuidadoso estudio de la Escritura.

Eso es exactamente lo que siento por la Palabra de Dios. Sin él, no lo habría logrado. «La ley del Señor es perfecta, reviviendo el alma».