Oraciones audacesMuestra

Aquí estoy. ¡Envíame a mí!

¡Vaya! La peligrosa oración de hoy será “envíame a mí”. Estamos a punto de pasar del cómodo sofá hasta el caluroso desierto del Sahara en sesenta segundos. O tal vez no. Si te inquieta hacer la oración “envíame a mí” temiendo que Dios te destierre a un lejano país, no temas. Probablemente Dios no lo haga.

Como muchos de nosotros, posiblemente no estés listo para esto. No puedo hablar por Dios, pero estoy seguro que Él estaría feliz de enviar a la mayoría de nosotros fuera de nuestros sillones reclinables a conocer a nuestros vecinos. Lee nuevamente la última oración y sonríe por la paciencia de Dios.

“Envíame a mí” significa salir del círculo del yo que hablamos el primer día. Esta oración significa pedirle a Dios salir de nuestra voluntad para entrar en la Suya. Ah, y sólo porque Dios no te envíe a algún lugar hasta que Élesté listo, no significa que tú lo estés. Mira a los discípulos. Eran pescadores convertidos en pastores que hicieron y dijeron algunas cosas torpes e inadecuadas en sus primeros años. Pedro cortó la oreja de un soldado antes de negar a Cristo. Luego, unas semanas después, habló valientemente ante millares y los llevó a fundar la iglesia cristiana.

La oración de hoy está inspirada en Isaías 6:8 (NVI). Entonces oí la voz del Señor que decía: —¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí! Isaías tuvo que tener una visión de Dios antes de ser enviado. Nosotros no. Jesús usó Sus últimas palabras en esta tierra para pedirnos que seamos Sus mensajeros a toda nación. La Gran Comisión es nuestro encargo. Cuando oras, “Envíame", no estás pidiendo otra misión, estás aceptando la que Él ya te dió. Como Pedro, cometerás errores, pero ya fuiste sido enviado. ¡Pónte en marcha!

Ora: Jesús, Pedro era solo un pescador, yo soy solo un ________. Pero, estoy aceptando la Gran Comisión a la que me enviaste. Voy a necesitar que el Espíritu Santo me dé valor y fuerza para lograrlo. Estoy más listo que nunca. ¿Dónde me necesitas? Amén.