Manteniéndose firme: Superar la adversidad y vivir con confianzaMuestra

Hazlo aun con miedo

Nuestra zona de confort es donde creemos que seremos cuidados, donde sabemos que podemos hacer un gran trabajo, y donde la vida es segura y confiable. Es donde podemos vivir la vida acurrucados en una manta peluda, comiendo bocadillos, y sin preocupándonos del mañana

Pero el llamado de Dios en nuestras vidas muchas veces es un llamado a abandonar nuestra comodidad Todo el significado, la maravilla, la belleza y la felicidad ocurre afuera de donde nos sentimos cómodos.

Cuando vivimos afuera de nuestra zona de confort, nos mantenemos en el confort de Dios y estas verdades que Él ofrece:

Nuestro miedo nos hace inseguros. Nuestro Dios nos hace confidentes.
Nuestro miedo nos dice que no podemos. Nuestro Dios nos dice que Él capaz.
Nuestro miedo dice que fallaremos. Nuestro Dios dice que Él ya ganó.
Nuestro miedo nos dice que nos congelemos. Nuestro Dios nos dice que volemos.

Podemos sentir miedo y hacerlo de todas maneras porque Dios es quien nos llama a lo desconocido.

Sentir miedo y hacerlo de todas maneras es la diferencia entre quedarse congelado en el miedo y vivir una vida de signficado y propósito.

¿Cómo se ve el miedo en tu vida? ¿Qué es lo que sueñas hacer pero te sigues resistiendo? ¿De qué te convences a ti mismo de no hacer?

A veces nos movemos poco porque vemos el espacio que hay entre dónde nos encontramos ahora y dónde Dios nos está dirigiendo y el abismo se ve tan extenso que crees que no puede ser cruzado.

El miedo nos grita cuando estamos en la cúspide de una nueva temporada listos con fuerza y belleza. Es el obstáculo más grande para vivir a nuestro potencial y superar lo que nos detiene. Y la única manera de enfrentarlo y seguir adelante es gruñéndole de regreso con la verdad, incluso si tenemos que comenzar pequeño y con miedo.

Imagina qué hubiera pasado si los Israelitas no hubieran dado ese primero paso en el Mar Rojo (Éxodo 14:13–30). 

Piensa en la fe de Pedro y de lo que se hubiera perdido si no se hubiera bajado de la barca (Mateo 14:22–33). 

Imagina la historia de los cuatro amigos del paralítico. ¿Qué hubiera pasado si ellos nunca hubieran quitado parte del techo para llegar a Jesús? (Marcos 2:1–12)? 

Cada una de estas personas tomó un paso aterrador e intencional. Y tu también puedes hacerlo. 

Comienza diciendo una oración. 

Da una vuelta alrededor de la pista. 

Dile perdón a una persona. 

Escribe un párrafo. 

Envia un mensaje de texto

Dios nos llama, estamos seguros que todo se desmoronará, no podemos imaginar que estamos a la altura para lo que Él nos está llamando, tomamos pasos temblorosos en obediencia, y Él aparece.

Cada vez.

Tu miedo no es una señal de que no debes seguir adelante. Siente el miedo y hazlo de todas maneras. 

Da pasos de bebé para tu destino. Tú llamado lo vale. Tu lo vales. Eventualmente esos pasos de bebé se volverán más fáciles y estarás bien en tu camino para estar firme y fuerte como la gran mujer de Dios que ya eres.

Paso de acción:Comparte un pequeño y aterrador paso que quieres tomar hacia tu futuro con un amigo. Pídele que te anime y le de seguimiento contigo para asegurar que tomaste ese paso y no te retractaste por el miedo

Oración: Señor, sé que me has llamado a la valentía y no a la timidez. Quiero esperar hasta tener certeza de seguir adelante, pero Tú me estás pidiendo que siga adelante en fe. Dame el coraje para hacerlo aun con miedo para la gloria de Tu nombre. Amén 

Este plan fue adaptado del libro: Siendo fuerte: Guía de la mujer para superar la adversidad y vivir con confianza. 

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