Manteniéndose firme: Superar la adversidad y vivir con confianzaMuestra

Naciste para esto

Vivimos en una cultura que constantemente nos dice quiénes debemos ser como mujeres. Se nos dice que comamos de acuerdo con la última tendencia dietética, que hagamos ejercicio como si fuera nuestro trabajo y que nos apresuremos a alcanzar la felicidad. Y se supone que debemos hacer todo esto mientras nos vemos perfectamente maquilladas y arregladas y con un armario tan organizado que personalmente mantenemos rentable el negocio de las marcas.

Es agotador.

Esta es la cuestión: queremos que nuestras vidas importen, queremos cuidarnos, queremos superar el dolor y las pandemias, queremos ganar la lucha contra la adversidad y queremos encontrar algo de felicidad en este lado del cielo.

Pero hay tantos mensajes contradictorios, combinados con nuestras propias dudas, que nos quedamos atascados y nos preguntamos dónde está exactamente nuestro lugar.

¿Has escuchado a alguien decir, incluso en broma, que "el lugar de una mujer está en la cocina" o en la sala de juntas o en los espacios en blanco? Para los cristianos, sin embargo, una mujer pertenece a un solo lugar: directamente en el centro de donde Dios la haya enviado.

El lugar de una mujer está cambiando el mundo que la rodea.

El lugar de una mujer es con su Salvador, guiada por el Espíritu Santo dondequiera que Dios la llame: actuar, rechazar las mentiras, dar un paso al frente, soñar en grande, ser valiente, aprender a luchar y luego a volar.

Tenemos muchas grandes mujeres de Dios a quienes podemos mirar.

• Débora usó su grandeza para dar un paso al frente cuando nadie más lo haría (Jueces 4)
• Abigail aprendió lo que significaba ser grande cuando se arremangó las mangas y salvó a su hogar (1 Samuel 25).
• Rahab nos enseñó que la grandeza puede verse como proteger a aquellos que no pueden protegerse a sí mismos (Josué 2).
• Ester nos mostró que la grandeza significa estar dispuesto a tomar la riesgo máximo, incluso si no está seguro del resultado (Ester 5–7).
• La mujer de Proverbios 31 demostró grandeza en la forma en que administró su hogar y su negocio (Proverbios 31).

Dios tiene la costumbre de levantar grandes mujeres en cada era, y quiere que te unas a este linaje.

Si alguna de estas grandes mujeres de Dios en la Biblia estuviera sentada frente a nosotros, apuesto a que dirían que no se sintieron geniales en ese momento. Nos contarían historias de sus vidas ordinarias y cómo confiaron y obedecieron a Dios en formas aparentemente mundanas. En otras palabras, eran como nosotros.

Naciste para esto: para sacudirte las limitaciones que otros han impuesto en tu vida. Naciste para superar la adversidad que temes que te alcance. Naciste para derribar las falsas creencias que tienes sobre ti mismo y para abrazar el llamado que Dios te está pidiendo.

¿Estás lista para dejar ir las dudas que te están frenando?

¿Estás lista para dejar que Dios te fortalezca ante la adversidad?

¿Estás lista para ser fuerte como mujer de Dios?

Paso de acción: El lugar de una mujer es donde Dios la envíe. Tómate un momento para considerar dónde te sientes "enviada" en tu temporada actual. ¿Estás entrando confiadamente en el lugar que Dios te ha enviado? ¿Por qué o por qué no?

Oración: Señor, me he sentido menos y excluida. A veces, he cedido a los miedos y las dudas. Pero sé que me has llamado a ser una gran mujer de Dios. ¿Me fortalecerías y me llevarías al lugar al que me has llamado? Estoy lista para mantenerme fuerte contigo a mi lado. Amén.