El principio de la sabiduría es el temor de Dios Muestra

La sabiduría está referida a la inteligencia, ciencia y conocimiento, y fundamentalmente, proveniente de Dios (es una sabiduría espiritual); no es humana, ni terrenal. 

La palabra utilizada como sabiduría es el termino jakmah que tiene la idea de:

• Sentido común y la habilidad para enfrentarse a los problemas cotidianos. 
• Es el conocimiento y la capacidad (habilidad) de tomar las decisiones correctas en el momento oportuno; firmeza en tomar decisiones correctas que demuestran madurez y desarrollo. 
• También se puede referir a las habilidades ocupacionales, de allí el enfoque práctico de la sabiduría.  

Esta sabiduría se enfoca más en la práctica de la vida espiritual, que en formulaciones teológicas.  Sin embargo, se basa en un principio teológico esencial: el verdadero conocimiento y la sabiduría fluyen del temor del Señor. La sabiduría es la capacidad de ver las cosas desde la perspectiva de Dios. 

Diferencias entre la sabiduría humana y la sabiduría espiritual

La sabiduría a que se refiere Salomón en este pasaje no es la sabiduría humana, sino la sabiduría espiritual. 

La sabiduría espiritual y la humana se reconocen por los frutos que producen; por el tipo de actitudes y comportamientos que generan en la vida de las personas. Santiago 3:14-18 lo ilustra en forma elocuente: “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz”.

Cuando el fundamento sobre el cual edifico mi conocimiento y desarrollo mi inteligencia, es otro diferente al temor de Dios, entonces, ese conocimiento – esa sabiduría humana - puede volverse tóxico, puede volverse en astucia para hacer el mal, puede envanecerme y corromperme. Pero el temor de Dios me capacita para usar el conocimiento y mi inteligencia con sabiduría, es decir, para lo que es provechoso, para lo que edifica, para lo que conviene, para el bien.