Los caminos del malo vs. los caminos del buenoMuestra

¿Cómo es el camino del justo? – Parte I

El camino del justo tiene algunas características distintivas que lo separan del malo:

1. No anda según el consejo de los impíos (Salmo 1:1)

El justo sabe distinguir el consejo de los malos para no adoptarlo. El justo es suficientemente sabio para discernir que el consejo de malos puede venir de fuentes externas, pero también puede venir de él mismo. Nuestra propia consciencia, nuestra propia mente, nuestro propio corazón nos puede dar un mal consejo, por eso no se apoya en su propia prudencia sino en el consejo de Dios (Proverbios 3:5-6). Por otra parte, el justo sabe que el buen consejo se halla en la palabra de Dios: Pues tus testimonios son mis delicias y mis consejeros (Salmo 119:24). La Palabra de Dios siempre es el mejor consejero, es una guía infalible e inerrable para andar en el buen camino. 

El andar denota un estilo de vida con hábitos característicos. El andar del justo identifica un comportamiento no influido por opiniones, juicios o criterios de impíos. Su forma de pensar no está influida por paradigmas y creencias mundanas propias del impío. Por el contrario, su cosmovisión, valores y mapas de vida están influenciados por la palabra de Dios. “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita (reflexiona, gime, cavila, contempla) de día y de noche” (Salmo 1:2).

Allí, reside la sabiduría del justo: en vivir conforme a los principios de la palabra de Dios, en considerar los dichos y mandamientos de Dios, en las decisiones de vida que se toman basadas en la palabra de Dios. 

La persona justa y piadosa se somete a la dirección de la palabra de Dios,  acude a ella con devoción y se familiariza con sus enseñanzas (vers. 2). La consecuencia de considerar la palabra de Dios es la bendición de vivir bajo el control, protección y provisión de Dios. Se cumple, entonces, lo dicho en Josué 1:8: ”Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.  

• ¿Quién es su consejero?