Los caminos del malo vs. los caminos del buenoMuestra

¿Cuáles son los resultados del caminar del justo y del malo? Parte I

Al justo le acompaña el favor de Dios y, como consecuencia, los resultados que cosecha son positivos. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace prosperará.

Por el contrario, el fruto que genera andar por el camino de los malos termina por ser amargo, además de fugaz, producto de la semilla de maldad e iniquidad que siembra. No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento.

Pudiera parecer que andar en impiedad genera resultados positivos, y que el impío puede andar en prosperidad y felicidad, pero eso solo es en apariencia, porque las obras y la vida de los malos son efímeras, y el fin de ellos es destrucción y muerte. Los malos no sobreviven en las crisis; allí, es donde se nota la falta de la presencia (gracia, misericordia y protección) de Dios en sus vidas.

No es sabio envidiar al malo e impío

No es sabio, pues, que el justo esté celoso de la aparente vida cómoda y próspera de los impíos, porque es solo una ilusión. El justo no debe caer en el error del rey David, tal como él mismo lo relata: “En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos” (Salmo 73:2). La razón: “Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos” (Salmo 73:3). 

Pero David, finalmente, entendió el fin de ellos: “Hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos. Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamiento los hará caer. ¡Cómo han sido asolados de repente! Perecieron, se consumieron de terrores…porque he aquí, los que se alejan de ti (Dios) perecerán…” (Salmo 73:17-27).

• ¿Acostumbras examinar los caminos por los que transitas?