Los caminos del malo vs. los caminos del buenoMuestra

El salmo 1 comienza con la expresión bienaventurado. Esa es la palabra para definir la condición del caminar del justo. Y esa palabra representa la esencia de la promesa reservada para los justos: la bienaventuranza, que equivale a bendito o feliz. Esa palabra viene de una palabra que en su raíz significa “estar derecho” o “estar en lo correcto”. Bienaventurado el varón habla de la felicidad, la bendición, el contentamiento en la vida del hombre o mujer que está bien o “correcto” con Dios. Esta palabra está en plural, lo que denota la multiplicidad o variedad de bendiciones en la vida del justo o una intensificación de estas.

El camino del justo es un camino de bienaventuranza (Salmo 1:1), guiado y resguardado por la gracia y el favor de Dios.

¿Quién es el justo del salmo 1?

Aquel que:

1. No anduvo en consejo de malos.

2. Ni estuvo en caminos de pecadores.

3. Ni en silla de escarnecedores se ha sentado.

Las expresiones "no anduvo… ni estuvo… ni se ha sentado" dicen que el varón bienaventurado no hace ciertas cosas. Existe una manera en la cual él no andará, un camino en el cual no estará y una silla en la cual no se sentará. Esto habla de pensar, comportarse y pertenecer. El hombre justo y el hombre impío son diferentes en la manera en que piensan, en cómo se comportan y a quien le pertenecen.

“La gran lección para ser aprendida del todo es: el pecado es progresivo, una inclinación o hecho malvado conduce hacia otro. Aquel que actúa a través de un mal consejo, pronto, hará obras malas; y aquel que se abandona a sí mismo hacia malas obras podría terminar su vida en una total apostasía hacia Dios” (Clarke).

• ¿Cómo piensas, te comportas ya quién perteneces?
• ¿Cuál es la progresión que sigue tu vida? 
• ¿Hacia dónde te conduce el camino que has tomado?