Gozo y paz cuando viene la adversidadMuestra

Lo importante es Dios y su propósito 

Lo que Pablo escribe en el contexto de Filipenses 4:13 no es una galleta mágica. Él se encuentra en la cárcel y está preso, no porque hizo algo incorrecto sino por compartir el mensaje. Los enemigos de la Palabra lo acusaron falsamente y Pablo se encuentra en un proceso de ser juzgado. En medio de esa circunstancia, escribió a los filipenses.

Filipenses 4:19-21 dice: «Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia».

Pablo dice que tiene la esperanza de que va a salir libre porque muchos oran y Dios obrará para que esto suceda. Al final no sería avergonzado porque aun, si llegara a morir en la cárcel Cristo sería engrandecido. El mundo no queda en crisis si yo quedo preso, su propósito seguirá porque mi vida gira alrededor de Dios y mi vivir es Cristo. Si muero, sigo ganando por causa de la esperanza que tengo en él. Lo importante no es lo que pasa en mi vida, sino Dios y su propósito. Lo importante no es lo que sucede afuera sino aquello que sucede dentro de mi vida.

Filipenses 2:17 dice: «Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros. Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo». Si Dios quiere que sea un sacrificio presentado a muerte, para él eso no quita mi fe ni mi gozo. 

Pablo enseña a los filipenses que en medio de la cárcel no llora ni se queja de la situación, así como tampoco está haciéndose el mártir. Pablo vive con gozo en su espíritu y dice: «tengo hasta para compartir y quiero que vivan de la misma manera. Quiero que entiendan el gozo con el que vivo y lo posean. No vivo por las realidades que me sucede en lo físico, ¡mi realidad es otra!». 

Al no aprender a vivir en esa realidad en la que Pablo vivía, vamos a ver a esas circunstancias de la vida, como un gigante invencible y un problema que no tiene solución, aún las pequeñas.