Gozo y paz cuando viene la adversidadMuestra

El centro es Dios 

Filipenses 1:12-14 dice: «Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor».

Pablo habla en medio de su experiencia en la cárcel. No está concentrado en lo malo que sucede a su alrededor. De hecho, el centro de lo que sucede en la vida de Pablo, no es él ni las situaciones difíciles. Pablo no veía que Dios giraba alrededor de él. Al contrario, veía que él estaba girando alrededor del propósito eterno. 

Lo que me sucede no es importante, sino cómo sirve aquello que está pasando para que el propósito por el cual vivo y vine a la existencia, se cumpla. Si eso que pasa sirve para que el propósito se lleve a cabo, no importa lo que me suceda. El centro del universo no soy yo, sino Dios. 

Cuando la mayoría de las personas se ven a sí mismos, creen ser el centro de todo y que Dios gira alrededor de sus vidas. Esa es una visión religiosa incorrecta, no es una perspectiva adecuada para que observen los hijos de Dios. Bajo esta perspectiva, «Dios existe para mí y soy el centro del universo». 

En esa visión, «Dios vigila lo que hago para complacerme o bendecirme. No importa cómo viva, Dios me cuida de cualquier cosa o persona que me quiera hacer daño y se mueve a mi favor en el día sin importar qué haga, porque él me ama y está pendiente de mis necesidades y de lo que desee. Él espera que diga “en el nombre de Jesús”, para hacer rápido lo que pedí». Esa es una perspectiva incorrecta. 

La visión que tenía Pablo es la perspectiva de que todo gira alrededor de Dios y de su propósito. Mi felicidad no depende de las cosas externas, pues Dios no me creó para eso. Mi vida tiene un solo objetivo que es ser un canal para realizar el propósito eterno de Dios y aquello que sucede a mi alrededor no cambia lo principal, que es él. En esa perspectiva tengo un objetivo y es ver en mi día cómo debo estar concentrado en el propósito por el cual fui alcanzado.