Aprendamos de las sombrasMuestra

Lo que la mayoría quiere y desea 

La mayoría de los Israelitas decían que no querían el maná ni la roca, deseaban otro alimento y bebida. La mayoría pide, anhela algo que huela, sepa y se sienta como la carne, aunque no sea de alimento. 

1 Corintios 10:5 dice: «Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto». Pablo dice que todos fueron bautizados en la nube y en el mar, pero para Dios la mayoría no fue de agrado. 

La mayoría estaba en lo incorrecto, deseaban carne, gritaban haciendo su demanda, querían un líder que preparara una carne asada. Para el pueblo de Israel el maná era aburrido, le faltaba sabor y pensaban que Moisés tenía una dieta aburrida. A la mayoría no le gustaba la dieta de comer y beber de Cristo, aunque eso procedía de Dios y no así la carne. Pero la mayoría quería carne. 

En la vida del Espíritu, la mayoría en forma general estuvo equivocada. La mayoría no sabía que vendría un diluvio. La mayoría se quedó en Sodoma cuando fue destruida. La mayoría quería regresarse a Egipto cuando iban por el desierto. La mayoría pensaba que era imposible vencer al gigante Goliat. La mayoría se escondía de los amalecitas, huían y no querían pelear. La mayoría no fue apta para ser parte del ejército de Gedeón. Durante el tiempo de los reyes la mayoría se desviaba y adoraba en los lugares altos a los falsos ídolos. La mayoría dejaba influenciarse cuando un rey malo era levantado y se volvían locos.

La mayoría gritaba: «crucifícalo», declarando como criminal a Jesús. La mayoría de los discípulos no creyó en la resurrección. La mayoría de los que recibieron un milagro de Jesús no creyeron en él. La mayoría de los leprosos curados por Jesús no fueron agradecidos. La mayoría de los profetas decían lo contrario a lo que hablaba Jeremías. La mayoría de los espías que fueron enviados para inspeccionar la tierra prometida, dijeron que no era posible. 

La mayoría del mundo no cree en Cristo. La mayoría de los que se llaman cristianos no tienen una revelación de Cristo. La mayoría de los que asisten a una iglesia no saben cuál es la herencia que tienen como hijos de Dios. La mayoría no ha visto el reino de Dios. La mayoría de los creyentes en Cristo ignoran el poder que poseen.