Con los ojos que vesMuestra

El autor del libro de Santiago esta haciendo una comparación entre varias premisas: primero, el sufrimiento. Expone el sufrimiento como una dicha en la vida del cristiano porque lo transforma. Luego el oír y practicar: cuando oyes la Palabra de Dios y no la practicas, tu espiritualidad es vana.

Por último, compara la practica de la religión como verse en un espejo. Si te miras en un espejo y no haces nada para resolver lo que ves, cuando das la vuelta y ya no ves tu imagen en el espejo te olvidas de lo que viste y sigues viviendo sin preocupación. 

De la misma forma, cuando te miras ante la Palabra de Dios, si no tomas acción alguna para cambiar, para resolver lo malo que vez, y no le pones atención a tu manera de actuar para cambiar, te engañas a ti mismo y de nada sirve tu religiosidad.

La invitación de hoy es a tomar las acciones necesarias para cambiar aquello que te apunta la Palabra de Dios, esas acciones te darán dicha, felicidad. Caminar en obediencia traerá la dicha que tanto anhelas, te liberará del pecado y vencerás el mundo.